¡Gijón les viene grande!
Desde el inicio de esta pandemia que estamos sufriendo, tanto el Junta de Portavoces como en un escrito a la Sra. Alcaldesa, mi primera propuesta fue la de hacer un presupuesto de recuperación y rescate para dar solución a los problemas vitales de los gijoneses.
Peticiones que en la actualidad son más acuciantes. Salvar vidas, familias, proteger empleos y recuperar la economía.
Desde el Grupo Popular hemos trasladado las reivindicaciones de los gijoneses, con propuestas y aportando soluciones.
Cuando manifesté estas prioridades quería generar confianza y tranquilidad en la sociedad, en los sectores productivos, autónomos, empresariales e industriales, otros parecían más interesados en colgarse medallas sin aportar o aportando ocurrencias según soplara el viento.
A lo largo de este año, se confirman nuestras peores sospechas, volvemos al PSOE del clientelismo, del amiguismo y del mesianismo. En sus palabras de inicio constato que sigue instalada en la confrontación entre izquierdas y derechas cuando por otro lado pide trabajar conjuntamente para resolver esta grave situación.
Teníamos una ciudad ejemplo industrial, empresarial y viva culturalmente que los gobiernos socialistas la han convertido en un páramo para cualquier iniciativa que genere riqueza y empleo.
No han aprovechado o no han querido aprovechar la diversidad natural y turística de Gijón, han coartado su desarrollo con infraestructuras vitales como el Plan de Vías, el Metro-tren, Autopista del Mar, esenciales en el futuro de Gijón. Lamentablemente aprovechan cualquier circunstancia para no comprometer los recursos económicos necesarios para nuestra ciudad.
Empiezan a ser como las partículas en suspensión, contaminantes para la sociedad gijonesa.
Nuestra labor como grupo municipal es priorizar las necesidades de los gijoneses que ustedes empantanan con problemas ideológicos superados constitucionalmente desde el año 1978.
Realizan una política de tierra quemada para implantar el pensamiento único, laminando o excluyendo a quien vierta una crítica a la gestión de un ayuntamiento al que ustedes han convertido en un cortijo propio.
Las federaciones vecinales aportan lo esencial, la visión cotidiana de los problemas de los barrios en busca de soluciones, y solo encuentran por su parte crítica y descalificación a esas aportaciones en positivo.
Proyectos que nos enriquecen como ciudad, como la ampliación del Hospital de Cabueñes recibe una raquítica inversión marcada en 3,5 millones de euros que podría ser considerada como una burla frente a una inversión presupuestada en 104 millones de euros.
Frente al afán recaudatorio de los gobiernos socialistas que repercute en la economía de los gijoneses constatamos el gasto desbocado en su gestión.Fueron avisados de la situación provocada por la pandemia, sin atender las reiteradas recomendaciones del Partido Popular que aliviasen con carácter inmediato y urgente la situación.
Por desgracia y desde el inicio, tenían previsto no pactar y mucho menos acordar con el resto de grupos políticos propuesta alguna, en un ejemplo de “o yo o el caos” y apostaron por el caos para todos los gijoneses.
La posición del Partido Popular es clara. Liderar y ser altavoz de las preocupaciones de los gijoneses, de los colectivos que crean actividad económica y riqueza.
No hay un proyecto de presente ni de futuro para Gijón, de recuperar su potencial económico, empresarial y actividad cultural.
Están al “vénganos tu reino sanchista”; y los gobiernos populares tenían claras las potencialidades e iniciativas de los gijoneses, resumidas en una palabra “trabajo”. Los proyectos se dotaban presupuestariamente, se consensuaban con todos a los que ustedes denostan, asociaciones vecinales, colectivos y partidos políticos.
Cuando hace meses expresé: la unidad de acción del centro derecha y quien ostenta el liderazgo es el pueblo de Gijón, era un convencimiento ante las políticas que orillan las reivindicaciones de todos los colectivos afectados de nuestra ciudad, que convierten la plaza mayor en lugar de expresión del descontento con un desgobierno despreocupado con ser útil a los gijoneses.
Mientras tanto, se rompen consensos y se imponen medidas y decisiones contra los gijoneses y el sentimiento de ciudad.
¿De verdad se creen ustedes que las necesidades de los gijoneses en esta pandemia es el Cascayu o el Centro de Tabacalera?
Seguimos instalados en anuncios que no se concretan, en el autobombo y la autocomplacencia.
Ya en abril pedí trabajar en un presupuesto de recuperación y atender prioritariamente las cuestiones vitales de los gijoneses. Presentamos un plan de 45 medidas con el objetivo de acompañar a los gijoneses en esta crítica situación, un Gijón alejado de mesianismos políticos.
En este grave momento, donde tenemos muchas personas y colectivos en situación crítica, la aportación del Ayuntamiento es el cambio en la denominación de las ayudas, sin dar explicaciones sobre cómo se va a gestionar.
Gijón es solidario con los más vulnerables y por esos les pedimos que demos soluciones políticas a las necesidades vitales de nuestros conciudadanos, dejemos el marasmo administrativo cuya mejor demostración de fracaso es el ingreso mínimo vital, activemos inmediatamente las ayudas de emergencia y las finalistas al consumo, pobreza energética, pero por favor dejen de decir “lo estamos estudiando”.
Estamos perdiendo la generación más valiosa de nuestra democracia en esta época de pandemia, sin saber corresponder a la grandeza y generosidad que tuvieron en el desarrollo de nuestra sociedad. Negándoles planes de lucha contra la soledad, mejorando nuestra red de asistencia o implantando iniciativas de envejecimiento activo y voluntariado.
En el acuerdo suscrito el 21 de mayo para la Reactivación Económica y la Recuperación del Empleo, aparte de un lenguaje rico y florido, se constata que la única estrategia es “dar largas cambiadas”, con un glosario de 39 enunciados y una expresión de deseo presupuestario de 55 millones de euros, en lugar de establecer medidas concretas, plazos y lo más importante, donde está el dinero y como se aporta.
Llama la atención que en el referido documento suscrito a bombo y platillo por el Ayuntamiento, Sindicatos y Federación de Empresarios figura un apartado relativo a favorecer inversiones para apoyar el tejido empresarial y las infraestructuras, ¿Dónde? ¿En la planta de Arcelor con la incertidumbre sobre el futuro de 300 vecinos, en Duro Felguera, en el pequeño comercio que languidece, en la hostelería o la restauración que son los grandes perjudicados en esta pandemia?
¿Dónde está la apuesta por las grandes infraestructuras, Plan de Vías, Metro-tren, Autopista del Mar, Regasificadora? Todas estas infraestructuras nos permitirían ser la cabeza de puente para el mercado comunitario con un mayor incremento de tráficos.
En este caso de la complacencia pasamos a la sumisión, Plan de Vías 344.000 euros siendo la inversión estratégica que es el eje de la movilidad junto con el metro-tren y se nos quieres distraer con el gasto realizado en el Cascayu.
O los nuevos accesos a El Musel, el Vial de Jove con 100.000 euros, es una afrenta a los gijoneses que exige firmeza en defender estas demandas.
Vemos con decepción que este Ayuntamiento renuncia a batallar frente al Principado y abandona nuestro futuro, dejando la iniciativa empresarial en un Gobierno del Principado que no mira para Gijón. De 5.237 millones de euros sólo 14 millones se invierten en Gijón.
Sobre los presupuestos municipales, la más clara advertencia ha sido dada por la AIREF en relación con el desequilibrio presupuestario que acredita la vuelta a las más rancias prácticas del socialismo, el clientelismo y el derroche.
Hablemos del comercio en Gijón y medidas de apoyo para la reapertura. Después de haber pedido en comisión esta información se nos dice que de los 1.5 consignados en la línea 2 con un nivel estimado de ejecución del 20%, en un alarde de fantasía administrativa se confía en lograr una ejecución alta con reprogramaciones presupuestarias. Insisto, ¿cómo lo van a hacer y donde están los recursos presupuestarios?
No quisiera dejar de hacer una referencia a la necesaria labor de este Ayuntamiento por proteger el rico patrimonio cultural y museístico de nuestra ciudad y de nuestra región. A la reciente designación de la nueva patrona de la Fundación Cajastur, mi petición fue clara en este ámbito. Lograr proteger este patrimonio mediante un correcto inventario de todas las piezas y promover fórmulas colaborativas para disfrutar de las mismas expuestas en la red de museos y centros que dispone esta ciudad. En este sentido, se ha publicado igualmente que hay conversaciones con la Fundación Liberbank sobre el Palacio de Revillagigedo de las cuales nos gustaría tener conocimiento.
El arte y la cultura no están reñidos con una correcta gestión de los recursos disponibles y la colaboración público-privada, dediquemos un tiempo a la reflexión y para la concertación sobre el mejor destino de los locales de nuestro rico patrimonio, de la mejor defensa de los intereses de los gijoneses y abandonemos los caprichos, sectarismos y ocurrencias.
Estamos en un momento muy difícil, donde el compromiso de todos y cada uno de nosotros es necesario para salir delante de esta situación.
Pido que abandonen la confrontación y el autobombo y resuelvan los problemas de los gijoneses, apoyen a los colectivos más necesitados, a los autónomos para que recuperen su actividad, protejan empleos y salud.
Seamos conscientes que se deben resolver las graves deficiencias medioambientales que denuncian nuestros vecinos tanto por contaminación en el aire como de nuestras aguas y que ya la UE está lanzando serias advertencias y anuncios de multas millonarias que limitarán mucho más el margen de actuación a futuro. Me refiero a la depuradora o la necesidad de reforzar el Plan de Calidad del Aire.
Lejos de resolver estos problemas, de nuevo, la estrategia de distracción abriendo un debate sobre el anillo navegable y defendiendo su cierre como progreso cuando al contrario supone un retroceso en nuestra oferta turística.
En definitiva, sólo les pido una cosa, apuesten por Gijón como nosotros lo hacemos.