La concejala del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Gijón Inmaculada Gallart expuso ayer los datos obtenidos a raíz de las actas de la Comisión de Reclamaciones y Sugerencias del año 2009. En las 22 reuniones de dicha Comisión mantenidas a lo largo del año se tramitaron 3.686 asuntos, de los que 2.496 fueron quejas colectivas. Según explicó Gallart, de esta Comisión se extrae “la imagen” que los gijoneses tienen de la gestión municipal. Así, el tráfico y la falta de aparcamiento, el mal estado de las calles, la limpieza, el transporte público, la seguridad y el estado de los parques centran la mayoría de las quejas de los vecinos de Gijón. «Son los puntos negros» de la gestión municipal, según la concejala del Partido Popular.
Esa radiografía gijonesa muestra que sólo el cierre de la piscina de Panchano y el traslado de los locales del Albergue Covadonga y Proyecto Hombre han supuesto más de 1.900 demandas colectivas. Si a la cifra anterior añadimos las 566 reclamaciones que recibió el cambio de nombre del parque de la calle Naranjo de Bulnes, así como los accesos al centro de atención de discapacitados, tenemos los cuatro asuntos que más quejas colectivas han suscitado en la citada comisión municipal. Según los datos presentados por la concejala del Partido Popular de Gijón, la Comisión de Reclamaciones y Quejas trató a lo largo de este año un total de 3.686 asuntos, aunque habrá que esperar hasta al menos el próximo mes para saber con exactitud el total de denuncias.
De esos 3.686 asuntos, 2.496 corresponden a quejas vecinales colectivas (el 67,71 por ciento del total que debatió la Comisión de Reclamaciones), como las cuatro antes citadas, y 1.190 fueron tramitadas individualmente. Entre estas últimas destacan las quejas relacionadas con los problemas de tráfico, los aparcamientos, la seguridad ciudadana, los carriles-bici, el urbanismo, la contaminación acústica, el alumbrado público, los parques, la limpieza, el agua y el alcantarillado, el transporte municipal, el cajero ciudadano, la web del Ayuntamiento, el padrón y las tasas y precios públicos.
Los vecinos cursan estas quejas a través de la Oficina de reclamaciones, Internet o los propios servicios de Participación Ciudadana. «Así se expresan los malos ciudadanos, que diría (José Manuel) Sariego», subrayó Gallart, en referencia al primer teniente de alcalde y secretario general del PSOE de Gijón. En opinión de la concejala del PP, para quien la Comisión de Reclamaciones y Sugerencias ofrece la «imagen que los gijoneses tienen del Ayuntamiento», a través de estas quejas se puede ver el incipiente perfil de un «nuevo consumidor» más preocupado, por ejemplo, por una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Los concejales tienen tres meses para responder a estas quejas vecinales. Para Gallart, según ese compromiso, los responsables de Seguridad Ciudadana y Urbanismo, los socialistas Begoña Huergo y Pedro Sanjurjo, respectivamente, son los que merecen una peor puntuación: «Cero patatero», afirmó Gallart, que también es profesora. La representante del PP hizo resaltar que hay «dos asuntos tabú» para la citada comisión: «Las obras del metrotrén, sobre las que no admitieron reclamaciones y la solicitud de entrevistas con la alcaldesa Paz Fernández Felgueroso.