Del fondo y de las formas habló hoy el portavoz del Grupo Popular al referirse a la votación de la propuesta para el inicio del trámite de información pública del documento de prioridades del Plan General de Ordenación, que recibió el respaldo de todos los grupos municipales y la abstención del PSOE.
Respecto a las formas, Manuel Pecharromán recordó que, antes de iniciar cualquier tramitación, el equipo de gobierno decidió hacer una encuesta para saber qué urbanismo querían los gijoneses. “La encuesta no pudo ser más torticera, interesada y pobre en los resultados, hasta tuvo que prolongarse en el tiempo por la escasez de respuestas”, criticó.
Agregó que “hoy, el Pleno debe decidir si el documento de prioridades que se presenta se somete a información pública. Si lo damos por bueno y facilitamos que los gijoneses puedan conocerlo. Pues bien, el documento lleva ya 5 días colgado en la página web de uno de los medios de comunicación más importantes de nuestra ciudad. Vamos a llegar al absurdo de aprobar facilitar una información que ya es pública. Ese es el respeto que el equipo de gobierno tiene al urbanismo y esa es la consideración que tienen a este Pleno Municipal. A ustedes les da igual lo que votemos, lo único importante para ustedes es sólo cumplir los trámites y si pueden ganarse un favor personal, bienvenido sea”.
Antes de entrar de lleno en “el fondo de la cuestión”, el portavoz popular advirtió de “la extrema gravedad” en la que lleva el urbanismo gijonés instalado desde hace muchos meses, “y hoy, a ocho meses de las elecciones presentan su documento de prioridades”.
Pecharromán expuso que “Gijón cuenta con unas 150.000 viviendas de las que en torno a 16.000 están vacías. 19.196 estaban habitadas en 2013 por mayores de 75 años. El Movimiento Natural de la población es negativo, con una pérdida de unos 1.000 habitantes anuales. El parque de viviendas está muy envejecido dado que la mitad de los edificios de la ciudad tienen más de 40 años. Pese a ello, el estudio de Foro calcula un optimista incremento de la población hasta 2.028 de entre 8.000 y 13.000 personas que posibilitaría la construcción de unas 1.000 viviendas al año.
Seamos realistas, el crecimiento de la ciudad siempre ha ido unido al crecimiento económico y el empleo. Sin mejoras en el empleo y la economía el resto de cálculos serán ficticios. Por eso y por otras muchas cuestiones, que ahora no vienen al caso, la prioridad debe ser la creación de empleo”.
Pecharromán reconoció que “existe ahora abundante suelo industrial, pero no es menos cierto, como venimos denunciando, que no tiene un precio suficientemente competitivo y que muchos empresarios prefieren asentarse en terreno más barato en otras localidades. La zona con más demanda es el entorno del Parque Tecnológico, la Milla del Conocimiento, por lo que entendemos que debe darse prioridad a las posibilidades de ampliación frente al deseo de construir viviendas en Cabueñes”.
Para el Partido Popular, Gijón debe también abrirse al mar, mejorar su fachada marítima y facilitar la llegada de turistas por barco, todo ello sin poner en riesgo el mantenimiento y crecimiento de las industrias asentadas en nuestro litoral. “Sólo el astillero Armón da empleo a 500 personas”, apuntó.
Asimismo, el PP ha venido que el crecimiento de la ciudad debía de ser compacto y no un crecimiento en islas como amparaba el Plan Anulado con desarrollos alejados del actual casco urbano. Y sigue defendiendo que una de las oportunidades y obligaciones que tiene el Ayuntamiento es apostar de forma decidida por la rehabilitación, la regeneración y la renovación urbana con un parque de viviendas sumamente envejecido.
“Algunas de estas cuestiones son respaldadas en el fondo del documento, otras pueden lesionar lo que deberían ser estrategias del municipio. Pero el fondo siempre va ligado a la forma y en esta cuestión parece difícil que alcancen ninguna virtud”, concluyó.