(D. De Miguel/ O. Esteban /El comercio)
La decisión de Francisco Álvarez-Cascos de disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas para el 25 de marzo tras el veto de la oposición a su proyecto de presupuestos para 2012 provocó ayer un aluvión de declaraciones en el Ayuntamiento de Gijón, el único gran concejo de la región en el que PP y Foro han sido capaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante las cuentas. Populares y socialistas coincidieron en apuntar el «fracaso» del actual Gobierno, al que el PSOE reprocha que se escude en «extrañas alianzas» que no se sustentan. Por su parte, IU, tras calificar de «barbaridad» el adelanto electoral, llamó a los ciudadanos a votar «sin miedo y con conciencia.
Sin duda, las declaraciones más significativas fueron las que realizó la presidenta y portavoz del PP, que además encabezó personalmente la negociación presupuestaria con Foro Asturias en el municipio. «El espíritu de Gijón cobra hoy más protagonismo que nunca» defendió Pilar Fernández Pardo. La portavoz popular reprochó a Francisco Álvarez-Cascos que se ampare «continuamente en el victimismo» aludiendo a un «supuesto complot» entre el PP y el PSOE que, según asegura, quedó desmontado en el Ayuntamiento de Gijón como lo prueba el acuerdo presupuestario. Ayer Pardo volvió a reivindicar ese espíritu, ante la «incapacidad del presidente del Principado» para dialogar y buscar soluciones. Y lo hizo poniendo al partido del que forma parte de ejemplo «por perseguir el interés de los ciudadanos». Una actitud que contrapuso a la que, en su opinión, ha venido adoptado Álvarez-Cascos quien, aunque habla de no guiarse por rencillas personales, «practica justo lo contrario».
Por el momento, Pardo prefirió no pensar en el futuro ni en las consecuencias que la situación regional pudiera tener en esta ‘entente cordial’ que Foro y PP mantienen en el Consistorio gijonés. Aunque, eso sí, no oculta su malestar ante el hecho de que vayan a ser los ciudadanos los que tengan que pagar las consecuencias de «proyectos personalistas» a los que augura «muy corto recorrido».
Desde las filas socialistas, el concejal José María Pérez acusó a Álvarez-Cascos de aludir a esas «extrañas alianzas que sólo se sustentan en su calenturienta mente». Al igual que Pardo, puso al Ayuntamiento de Gijón como «buen reflejo de que, cuando quieren, se ponen de acuerdo» Foro y PP y «cuando no, se pelean hasta la extenuación». Remarcó que los programas de PP y Foro son «prácticamente idénticos» por lo que es «incomprensible» que no hayan sido capaces de llegar a acuerdos. Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida en ese Consistorio, Jorge Espina, calificó el adelanto electoral como «barbaridad y fruto del desastre de la derecha». Para Espina, en la derecha han importado más los personalismos que la voluntad de construir proyectos para la región por lo que llama a los asturianos a votar «sin miedo y con conciencia» porque, dice, «los electores deben hacer pagar este desastre en las urnas». Espina no dejó al PSOE fuera de sus críticas. De hecho, le reprochó no haber tenido el valor de presentar un candidato a la presidencia «cuando tuvo la oportunidad» y haberse posicionado junto al PP en repetidas ocasiones para bloquear la acción de Gobierno.
Bien distinta fue la versión que ofreció el portavoz de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, Rafael Felgueroso, para quien Álvarez-Cascos ha dado una respuesta «honrada» y «adecuada» ante la «grave situación» creada por PSOE y PP con el rechazo de las cuentas. «Con la convocatoria de elecciones, Álvarez-Cascos rompe con una larga tradición de los políticos profesionales asturianos agarrados a las poltronas, que no resolvían los problemas de los asturianos y sólo estaban pendientes de mantenerse en sus cargos», manifestó.