Rueda de prensa del concejal Manuel Pecharromán: “El Grupo Popular quiere aclarar responsabilidades en el asunto de la Escuela de Relaciones Laborales. Por ello, esta mañana hemos convocado una comisión extraordinaria de Políticas Integrales, que tendrá lugar el próximo 8 de febrero. En esta Comisión comparecerá el concejal de Educación, Carlos Rubiera, y se ha invitado, para que también ofrezca explicaciones, al letrado Minermino de la Rasilla, que fue contratado por el Ayuntamiento para negociar con los trabajadores la liquidación y el cierre de la Escuela, y que fue el redactor del primer ERE.
Desde que en 2007 el presidente del Patronato de la Escuela de Relaciones Laborales, el entonces también concejal Justo Vilabrille anunciara “un cierre no traumático y progresivo en el tiempo”, el proceso que ha seguido la Escuela ha sido un cúmulo de despropósitos. El PSOE ha sido responsable de las malas gestiones en este asunto en esos cuatro años.
No hubo una extinción paulatina de los contratos de los trabajadores, con lo que se está dando la circunstancia de que los profesores siguen cobrando sin dar clases.
En 2009, el Ayuntamiento de Gijón, contrató al letrado Minermino de la Rasilla, para tratar el asunto con la máxima sensibilidad que requería un centro con tanta historia y arraigo en Gijón. En el curso 2009-2010 dejaron de matricularse nuevos alumnos.
A día de hoy, la Escuela de Relaciones Laborales, que fue cerrada por decreto del Principado el pasado 5 de agosto, sigue teniendo en nómina a 15 trabajadores.
El PSOE gestionó mal este proceso y Foro lleva ya ocho meses en el gobierno local, y el asunto de la Escuela sigue sin resolverse. Un ERE que, en principio nos iba a costar a las arcas municipales 211.000 euros, ahora nos puede costar cerca de 600.000 euros, un 64,8% más.
El Grupo Popular considera que en una situación de crisis económica como la actual, no podemos consentir que se produzcan estas situaciones. Nosotros queremos que este asunto se resuelva cuanto antes y con el menor coste posible para los bolsillos de los gijoneses”.