El portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, Juan Antonio Gómez Trinidad, aseguró ayer, en una conferencia de prensa previa a las jornadas que organizó el PP de Gijón, que «la sociedad española empezó a percibir la educación como uno de los principales problemas, y no lo decimos en el Partido Popular, lo dice el Centro de Investigaciones Sociológicas».
En este sentido, el diputado popular señaló que «las tasas de fracaso escolar son inasumibles, de más de un 30 por ciento». Por ello, en opinión del PP, «la educación es un problema de Estado, no de un partido político; es una realidad muy preocupante y el Ministerio de Educación tuvo que recurrir a una propuesta de pacto a pesar de que la última ley socialista aún no acabó de implantarse y no es cierto que la culpa del desastre educativo sea el vaivén legislativo; aquí no hubo más leyes que las socialistas y un modelo, el modelo LOGSE, y lo que hay que hacer es cambiar ese modelo, con pacto o sin él».
Tras insistir Gómez Trinidad en que «es fundamental recuperar el esfuerzo, la calidad y la autoridad para que al menos un noventa por ciento de nuestros jóvenes salga de la enseñanza obligatoria con alguna titulación», afirmó que «no hay sistema más desigual e injusto que el actual, que está produciendo una fractura educativa a más de un treinta por ciento de nuestros alumnos, situando a los jóvenes en la calle sin ninguna cualificación ni académica ni profesional, y el fracaso escolar es la antesala del fracaso social».
En cuanto a la asignatura de «Educación para la Ciudadanía», Juan Antonio Gómez Trinidad distinguió entre «el objetivo de la Unión Europea de aumentar la conciencia de ciudadanos en nuestros jóvenes, que viven de espaldas a las instituciones políticas», y «otra cosa muy distinta que ese objetivo se consagre en una asignatura cuyos contenidos ideológicos pretenden absolutamente otras cosas, entre ellas interferir en lo que es propio de la vida personal y de la vida familiar».
Por ello, finalizó, «deben enseñarse, en esa asignatura, los valores que son universalmente aceptados por todos, pues son los que se derivan del primer pacto educativo, que es fruto de todos los demás: la Constitución».