(Artículo publicado en La Nueva España). Son aproximadamente mil los casos de familias que se ven obligadas a rechazar una herencia en Asturias. En su renuncia, la mayoría alega la imposibilidad de pagar los diversos impuestos que están vinculados a la recepción de la herencia.
Podría decirse que la ilusión que supone la noticia de recibir una herencia se desvanece con la misma intensidad cuando se conoce el importe de los tributos que cuesta recibirla.
En el Principado, los herederos están obligados a abonar el impuesto de sucesiones y donaciones, de competencia autonómica, y claramente injusto al menos en el caso de herencias de padres a hijos.
Cabe tener en cuenta que la Agencia Tributaria recaudó en 2012 en Asturias cerca de 103 millones de euros con ese impuesto. Su elevada cuantía y la difícil situación económica en que nos encontramos lleva cada vez a más personas a tener que decir no a una herencia.
En el ámbito local, en Gijón, nos encontramos con el impuesto de la plusvalía. Desde el Partido Popular hemos planteado para 2013 una reducción del tipo del 30 al 15% y una bonificación del 95% en la transmisión de la vivienda habitual por causa de muerte. Esta medida supondría un enorme alivio para muchas personas que, en estos momentos de dificultades económicas, no se verían obligados a abonar el impuesto que actualmente grava la herencia del domicilio familiar.
De no aprobarse nuestra propuesta, dicho tributo se vería incrementado en un 100%, debido a que en 2014 concluiría el periodo de cinco años en los que se aplicaba la reducción del 50%, a efectos de la base imponible del impuesto de plusvalía.
Desde el Partido Popular de Gijón ya hemos dejado clara nuestra apuesta por un acuerdo en el Ayuntamiento que evite un incremento de impuestos desproporcionado. No se puede castigar más a la ciudadanía.
Raquel Vega Castro
Concejala del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Gijón