
Ángeles Fernández-Ahúja, presidenta del PP gijonés.
«El Partido Popular de Gijón considera importante mantener la autopista del mar con Nantes y el Estado apuesta por consolidar esa línea, de modo que está trabajando para que siga», dijo ayer la diputada y presidenta de la gestora del PP de Gijón, Ángeles Fernández-Ahúja, según publica EL COMERCIO. La referencia a los objetivos del Gobierno central, claramente protagonista en la negociación con la naviera LDLines para establecer unas nuevas condiciones de explotación de la conexión, proporcionan a la declaración mayor trascendencia que la mera formulación de un deseo del PP local, aunque no garantizan los resultados deseados, como corresponde a un diálogo que todavía está en marcha.
En todo caso, el objetivo unánime que tras las manifestaciones de Fernández-Ahúja han expresado ya las tres administraciones, no impide que se planteen controversias políticas. El Ayuntamiento de Foro apunta a Fomento a la hora de pedir resultados, pero achaca al Principado pasividad; el Gobierno regional socialista demanda la solución al Gobierno central, pero sus correligionarios gijoneses piden explicaciones a la alcaldesa, y el Estado culpa también a sus adversarios políticos de que el riesgo de desaparición de la línea exista.
En ese contexto, las críticas vertidas ayer por Fernández-Ahúja pueden proporcionar una pista de lo que Puertos del Estado pide a LDLines para aceptar un acuerdo. Dijo la diputada popular que no hay que olvidar que el contrato que puso en marcha la autopista del mar Gijón-Nantes fue firmado en 2010 por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y aceptó que la naviera pudiera abandonar la línea cuando finalizasen las subvenciones, que es lo que convertirá el próximo septiembre en un punto de inflexión.
Cabe colegir que una exigencia de permanencia más allá de 2015 va a ser una de las condiciones para aceptar algún tipo de prórroga de las subvenciones durante un año.
Cabe señalar, por otra parte, que prorrogar las ayudas no implica gastar más dinero público que el asignado al comienzo del proyecto, ya que las subvenciones no se cobran por años de actividad de la autopista del mar, sino por carga transportada, y en los cuatro años de funcionamiento de la autopista del mar gijonesa no se han consumido los 30 millones presupuestados.
En puridad, el objetivo que inspiró el concurso de las autopistas del mar atlánticas, y que propició la aceptación por la Unión Europea de ayudas públicas a navieras privadas, fue retirar vehículos pesados de la carretera. Como ya publicó este periódico el pasado lunes, el tiempo se ha encargado de ir demostrando que las bases de ese concurso fueron modificadas hasta resultar irreconocibles. Y uno de los primeros requisitos alterados fue la retirada de camiones de la carretera, ya que cuando fue aprobada la autopista del mar Vigo-Nantes, que sigue sin estar operativa, no sólo se fijó un factor de conversión camión/coches nuevos, para poder computar los vehículos de Peugeot-Citroën, sino que se obvió que ese tráfico nunca se produjo por carretera. Bien es cierto, sin embargo, que según informaron en su momento fuentes de Puertos del Estado, esos coches nuevos sólo computarían a los efectos de alcanzar el tráfico mínimo exigido, pero no a la hora de cobrar las subvenciones.
Otra sugerencia importante de lo ayer manifestado por Fernández-Ahúja se refiere a que para «buscar la mejor solución» al problema planteado, «la naviera debe hacer más viable el buque y que el flete no resulte excesivamente elevado». El alto consumo de los dos barcos actualmente utilizados: ‘Norman Asturias’ y ‘Norman Atlantic’, derivado de unas características que nada aportan al servicio (por ejemplo, doble quilla para hacer más segura la navegación en aguas con hielo) es un problema ya apuntado por la presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, Rosa Aza, que parece estar también en las previsiones del Estado con vistas a la negociación.