La concejala del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Gijón Inmaculada Gallart exige al equipo de gobierno la puesta en marcha del plan del comercio ante la situación que atraviesa el sector. Según los datos que maneja el Partido Popular, al menos dos comercios cerraron sus puertas cada día en Gijón entre abril y junio, un promedio que casi duplica al registrado en el primer trimestre del año.
La concejala del PP gijonés ilustró la evolución negativa del sector en la comparativa de ambos ciclos: 130 bajas en el primer trimestre del año y 200 en el segundo (balance resultante de restar aperturas y cierres), una situación que Inmaculada Gallart atribuyó a la crisis y la falta de apoyo al sector. «Los comerciantes reclaman estrategias de actuación para mantener la actividad. Urge apoyar al comercio gijonés», advirtió. Así de rotunda se mostró ayer la edil popular, quien criticó con especial dureza «la paralización del plan local de comercio».
Y si los negocios cierran, a los que continúan no es que las cosas les vayan especialmente bien. Las ventas, según datos de los populares, experimentaron una caída del 13% en este segundo trimestre. Los sectores más afectados fueron el alimenticio, con una disminución del 5%; el sector de construcción y decoración del hogar, con un 22%; y textil y calzado, con un 25% de reducción. Ante este panorama, el PP urgió ayer la puesta en marcha del plan local de comercio, convencido de que «entre todos podemos lograr estrategias para dinamizar y agilizar el pequeño comercio local».
Gallart criticó la lentitud en la puesta en marcha de dicho plan. «A este ritmo quedará obsoleto antes de su entrada en vigor», sentenció. A pesar de su presupuesto, casi 82.000 euros, de los cuales 40.000 son financiados por el Ayuntamiento, y contando con que «se lleva gestando desde 2006 y se han barajado varias fechas para llevarlo a la práctica, ninguna parece ser concluyente», señaló.
Ante esta situación, el PP propone un paquete de medidas para reactivar al sector. Se trata de siete iniciativas, informó, destinadas a solventar el estancamiento de la actividad comercial y frenar el cierre de más establecimientos: un censo de comercios, un plan de formación, un plan de aparcamientos, publicidad adecuada, promociones y sorteos, comercios adaptados y crear un observatorio permanente.
El censo, apuntó, integraría a todos los comerciantes «para tomar decisiones conjuntas y ver la evolución de la actividad». El Plan Integral de Formación permitiría que todos los vendedores se acojan a un mismo protocolo de actuación. Cree, asimismo, imprescindible activar un plan de aparcamientos. Y plantea la inserción de publicidad, tanto en prensa como en monopostes, así como una línea de ayudas para las promociones y sorteos.
Gallart hizo también hincapié en la necesidad de «ayudas del Principado para adaptar los comercios a personas con cualquier tipo de discapacidad», así como crear «un observatorio permanente formado por los tres grupos políticos para examinar la evolución del sector».
Se preguntó, por último, si tras las rebajas «el pequeño comercio desatendido contará ya con medidas para afrontar la situación a la que está expuesto».