El Grupo Popular de Gijón, a través del concejal Pablo González, plantea una rebaja gradual de la presión impositiva «por la vía de la congelación». Es decir, «que no suban los impuestos por encima del IPC durante los próximos cuatro años». El índice de precios de consumo es actualmente negativo y, si se aplicase la medida del Partido Popular, los gijoneses pagarían en 2010 un 1,4 por ciento menos por los distintos gravámenes locales.
«Lógicamente, hay que mantener el nivel de servicios que presta el Ayuntamiento. Y creemos que esta medida no lo compromete en absoluto. Lo contrario sería una irresponsabilidad», remarcó González. Y añadió: «Zapatero nos va a subir los impuestos. Areces, por lo visto, también. En cuanto al señor Santiago Martínez Argüelles (responsable municipal de Hacienda), ya nos ha dicho que no piensa bajarlos. No se puede hacer caja con el bolsillo de los gijoneses. Si el índice de precios está disminuyendo, ¿por qué no los impuestos?».
De hecho, los populares gijoneses defienden que, en el caso del impuesto de bienes inmuebles, «haya una reducción adicional del 5 por ciento». Eso supondría rebajar el recibo de la contribución un 6,4 por ciento, algo que justifican en el hecho de que «en este Ayuntamiento el «catastrazo» va a ser escalonado y, si no aplicamos este porcentaje, el valor de los bienes inmuebles seguirá subiendo». De esta forma, según González, la ciudad «volvería a la presión de hace ocho años».
Al echar la vista atrás, y revisando el plan económico financiero del Ayuntamiento, el Grupo municipal Popular dice haber detectado unos datos «de escándalo». González explicó que «pretenden doblarnos los impuestos en siete años». Y dio cifras: «La recaudación por impuestos directos (contribución o «viñeta», entre otros) fue de 52 millones en 2004, de 83 en 2009 y será de 100 millones en 2011». En los impuestos indirectos, se pasará de 7 millones (2004) a casi 20 (2011). Y, en concepto de tasas municipales, se saltará de 19 millones a 41. «Esto no es moderado ni justo, porque afecta a todos por igual, tengan la renta que tengan», recrimina el PP, que pide incluir su propuesta en el borrador presupuestario que se haga en octubre.