
Manuel Pecharromán y Gabriel Díaz, en la rueda de prensa.
(C. Jiménez / La Nueva España) «Se han dado unos plazos inmensos y generosos». El concejal del Partido Popular de Gijón, Gabriel Díaz, justificaba ayer con estas palabras la propuesta de su grupo municipal, instando al gobierno local a ejecutar la rescisión del contrato de la residencia del campus al actual adjudicatario de la concesión administrativa para levantar este complejo estudiantil que acumula varios años de retraso. La sociedad concesionaria tiene diez días antes de que se consumen todos los plazos para poner en marcha el proyecto pero los populares tienen claro que resulta «inviable» llevarlo adelante, como ya apuntaron los técnicos de Urbanismo, ante las modificaciones planteadas a la propuesta inicial.
Díaz recordó que el campus local está «cojo y manco» y el proyecto es «irrenunciable» para este distrito universitario. Por ello, urgen al gobierno local a volver al momento inicial del concurso para comunicar a las empresas que quedaron por detrás del adjudicatario la posibilidad de que puedan desarrollar ahora sus propuestas.
Alojamientos de Gijón S. L., la unión temporal de empresas que asumió este proyecto, llegó a plantear al Ayuntamiento varios cambios sustanciales en su propuesta inicial. Por un lado, una rebaja de 3 millones de euros en los 23 previstos así como una reducción en metros y presupuesto del edificio de servicios planteado para el complejo estudiantes que pasaría a ocupar 1.994 metros cuadrados sobre los 2.971 previstos inicialmente. La empresa también llegó a plantear como modificados de obra la eliminación del bloque para servicios de restauración, la instalación de cogeneración y las pistas de pádel y la piscina que le permitieron hacerse con esta concesión administrativa sobre otras empresas. El edil Gabriel Díaz apuntó que ni siquiera está abonada la licencia de obras que permitiría arrancar con la construcción. «Es injusto rebajar ahora tan significativamente las condiciones en que ganó el concurso», remató Díaz.