El lijado que ahora mismo están acometiendo los operarios de la obra le quita el brillo que el artista asturiano había defendido como uno de los elementos básicos de su nueva recreación de una obra que, en su primer diseño de hace quince años, también había tenido problemas con los materiales. Este apaño demuestra la ineficacia del tratamiento antideslizante que se había dado a las piezas y que, según la respuesta transmitida desde la concejalía de Urbanismo a un vecino que denunció la situación, «está garantizado y se han realizado pruebas para comprobar su eficacia». El concejal popular Pablo Fernández recordaba ayer que tanto su partido como los vecinos habían avisado del futuro de caídas que le esperaba a los peatones de la Acerona.
«El Partido Popular de Gijón pide que se solucione inmediatamente este problema y luego que asuma las responsabilidades política y económica que tenga que asumir el concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, el concejal de los resbalones», sentenció. Fernández calificó este caso como «error imperdonable cuando a menos de quinientos metros tuvieron un problema similar con la tatayuba de la plaza de Europa que tantos partes médicos generó». El Grupo Popular tiene argumentos políticos y técnicos para criticar el desarrollo de las obras del Humedal pero también está preocupado con los dineros gastados en la operación. La recuperación del mosaico de Bernardo Sanjurjo tiene un presupuesto de 300.000 euros que se vinculan a una partida de tres millones de euros del Fondo Estatal de Inversión Local , el denominado «plan Zapatero» destinada al arreglo de pavimentos en toda la ciudad.
A esa cifra hay que sumar los 30.000 euros de las arcas municipales que se lleva directamente Bernardo Sanjurjo por controlar el trabajo de los operarios y los 45.000 euros en que se adjudicó una asistencia a la dirección de las obras de renovación de pavimentos urbanos. «Los gijoneses pagan por una ingeniería que asesore y en qué asesoró sobre esta obra», se pregunta el concejal popular Pablo Fernández tras recordar que esta obra artística es, con diferencia, la actuación más singular y costosa de todo el plan de renovación de pavimentos del fondo.
«En estos tiempos de crisis se hace una obra que puede considerarse superficial y que queda como queda por una cuestión de desidia», sentenció el concejal. El Partido Popular de Gijón ha solicitado formalmente dos expedientes municipales vinculados a esta obra para tener información sobre las condiciones del trabajo y las responsabilidades de quienes debían controlar la operación.