Gijón comenzó su verano con el encendido de la foguera de San Xuan el pasado 23 de junio, aunque el verano ‘oficial’ de la ciudad se inició el día 29 de ese mes con la festividad de San Pedro, nuestro patrón, con la bendición de las aguas del mar, un acto cargado de simbolismo. Mañana, 15 de agosto, Día de Begoña, los gijoneses celebraremos la fecha más importante, por algo es festiva, de nuestra Semana Grande. Esta fecha marca el punto culminante de la estación más festejada en Gijón.
Esta noche será la de los fuegos. Todos podremos disfrutar de los vivos colores y las formas, algunas casi inverosímiles, que se derraman cada año desde el cielo sobre la bahía gijonesa. Mañana, tras la misa en honor de la Virgen de Begoña, en la que habrá gaita y tambor, se cumplirá otro de los ritos obligados de esta fecha, la danza prima.
Una danza muy representativa de Gijón y de Asturias que, por sus características, puede ser bailada por todos. Está abierta a que participen en este baile, no importa qué número de personas, unidas por las manos o los brazos. Además es muy sencilla: se trata de dar un paso hacia delante y otro hacia atrás, mientras se gira en sentido inverso a las agujas del reloj. Animémonos mañana a bailarla.
Tras la danza prima, habrá aún más pólvora con el Restallón. Por la tarde, los aficionados a los toros acudirán a la plaza de El Bibio. Y aún habrá tiempo para la Feria de Muestras, para las terrazas, para compartir una botella de sidra.
El verano no acaba aquí. Estamos en su ecuador. Todavía hay días para disfrutar con la familia y los amigos de largas jornadas de playa y tardes de merendero.
En definitiva, ahora toca disfrutar. Mañana será otro día.