El concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Gijón Francisco González Cubiella acusó ayer a la presidenta de Emulsa, la edil Dulce Gallego, de «engañarnos» en el consejo de administración para sacar adelante la convocatoria de cuatro plazas de inspector cívico, un asunto incluido fuera del orden del día. «Nuestro voto habría sido negativo si hubiéramos sabido que se pretendía duplicar la facultad sancionadora de la Policía Local», lamentó tras tildar a Gallego de «maestra de la torticería».
El concejal popular aseguró que las bases de esta convocatoria le fueron entregadas en la misma reunión del consejo, por lo que no tuvo tiempo a leer que entre las atribuciones de las personas encargadas de vigilar la hora en que se tira la basura pueden «cursar las denuncias que resulten procedentes derivadas de su labor inspectora». Para el grupo de la oposición, esto equivale a arrogarse competencias que sólo pueden ejercer los agentes de la autoridad. En ese sentido, recordó las múltiples sentencias relativas a la ORA que constatan que los controladores de la zona azul carecen de potestad sancionadora. «Los inspectores sólo podrán actuar como cualquier particular a la hora de denunciar», advirtió.
Cubiella insistió en que la concejala de Medio Ambiente silenció este aspecto polémico y únicamente explicó a los consejeros que los cometidos encomendados a los nuevos inspectores cívicos serían «educar, sensibilizar, informar y ejercer de mediadores entre los ciudadanos y la empresa de limpiezas». La convocatoria laboral finalmente fue aprobada con los únicos votos en contra de los sindicatos UGT y CC OO, que querían que las cuatro plazas se cubrieran por promoción interna en lugar de reservar dos para opositores externos.
Francisco Cubiella interpelará hoy a Gallego sobre este asunto en el transcurso de una Comisión de Medio Ambiente convocada para informar sobre un nuevo proyecto de arbolado en el parque de Isabel la Católica.