Hoy, 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Sin duda, ésta es una jornada para reflexionar sobre el estado de nuestro medio ambiente, el de Gijón, y para ver qué se hace y qué no se hace al respecto desde el Ayuntamiento, aunque al final el saldo resulte negativo. La situación medioambiental de nuestra ciudad no nos permite celebrar esta fecha.
Tanto es así que los responsables políticos municipales apenas han organizado acto alguno para conmemorarla. Y es que el estado de nuestro medio ambiente es más para lamentar que para celebrar. Todo sigue igual en Gijón, seguimos siendo una de las ciudades más contaminadas de España. El aire que respiramos supera los valores límites establecidos por la legislación europea como seguros para la salud. Seguimos vertiendo al mar, sin tratar, las aguas residuales que se generan en la mitad este del municipio. Somos una de las ciudades con más de 200.000 habitantes que no depuramos nuestras aguas residuales o lo hacemos insuficientemente, incumpliendo la normativa europea.
Con respecto al ruido, padecemos unos altísimos niveles de contaminación acústica y estamos expuestos a una intensidad de ruido superior al límite que se puede tolerar, niveles de ruido dañinos desde el punto de vista sanitario y del bienestar.
Por otra parte, es notorio y alarmante cómo a lo largo de los años el equipo de gobierno municipal viene realizando una tala indiscriminada de árboles en nuestra ciudad, consiguiendo que Gijón sea la ciudad de Europa con menor número de árboles centenarios en su casco urbano.
A pesar de esta grave situación, nada se hace para solucionarlo. No se desarrollan planes, no se toman medidas, lo único que hacen los responsables del medio ambiente en nuestra ciudad es vender humo, y éste es el mayor contaminante que tenemos en Gijón: el humo que los socialistas llevan vendiendo a los gijoneses desde hace varios años, el humo de su política de proyectos, de su política de primeras piedras, el humo de su política del «vamos hacer», el humo con el que tratan de que no se vea la realidad de esta ciudad.
Desde el Grupo Popular, pedimos al gobierno municipal que deje ya de vender humo, que haga políticas de realidades y que, aparte de tener este día presente, comience a cumplir sus obligaciones en materia de medio ambiente. Está en juego la calidad de vida de todos los gijoneses.