
Aurelio Menéndez y Pilar F. Pardo.
«Soy un profesor más, no me considero ejemplar en nada». Con la humildad que le caracteriza, el jurista asturiano Aurelio Menéndez agradecía ayer, una y otra vez, el V Premio a la Trayectoria Ejemplar de la Asociación de Mayores que el Partido Popular de Gijón le otorgó en un acto-homenaje en el que hubo poesía, teatro y, sobre todo, mucho respeto y cariño hacia la figura de “una de las mentes más brillantes que ha dado Asturias en el siglo XX”.
«Me quedé impresionado, perdí la voz», comentó Aurelio Menéndez, durante la rueda de prensa previa al homenaje, al recordar el momento en que le comunicaron el galardón. «Me ha gustado muchísimo, es un premio con nombre», ha destacado. Además de profesor, su currículum delata su trayectoria como jurista, magistrado del Tribunal Constitucional, ministro de Educación y Ciencia y una de las figuras más relevantes de la Transición española, preceptor del Príncipe Felipe, doctor honoris causa por las Universidades de Oviedo y Carlos III de Madrid y fundador del prestigioso bufete de abogados ‘Uría y Menéndez’.
Además, se confiesa “sportinguista desde los cuatro años” y ha recalcado que aún sigue activo en su despacho de abogados de Madrid, que emplea a 650 letrados. «Algo que me sigue dando algún trabajo», ha bromeado. «Me aburriría mucho si no estuviera trabajando».
Es en cambio la faceta de profesor con la que ha dicho estar más identificado y su preferida. «La vida me ha llevado a hacer demasiadas cosas, pero aún sigo actuando de profesor», ha asegurado. Una experiencia que le sirvió para iniciar su etapa política, cuando el ex presidente nacional Adolfo Suárez quiso que fuera ministro de Educación y Ciencia. «Me resistí bastante a eso, pero me lo puso con tanta pasión e interés que acepté», ha apuntado.
Menéndez ha señalado como ingresó en el Consejo de Estado para cuatro años, y al final estuvo 14. También perteneció 28 a la Comisión de donde salieron prácticamente todas las leyes mercantiles de los últimos años y es académico numerario de la Academia de Jurisprudencia.
En el orden personal, ha resaltado que su familia sigue viviendo en Gijón, a donde acude todos los veranos a pasar sus vacaciones y ‘arrastra’ con él a sus siete hijos, cinco de los cuales viven en Madrid, uno en Valencia y otro en Washington.
«Luego me voy con tristeza», ha reconocido, antes de añadir que desde Madrid ve Gijón y Asturias «con extraordinaria nostalgia». Menéndez ha incidido en que los asturianos que viven en la región no se dan cuenta de lo que tienen, pero los que residen fuera, «siempre estamos pensando en volver».
Para él, el Principado es una región «muy buena y de extraordinaria belleza» y, especialmente, ha dicho de Gijón que es una ciudad «muy cordial, muy hospitalaria y deseosa de compartir su tierra con quien viene a verlos».
Preguntado por el partido de fútbol de este sábado, ha reconocido que es sportinguista desde niño pero también se ha hecho ya madridista por todo el tiempo vivido en la capital española. Pese a ello, cuando juegan ambos equipos, ha dicho preferir que gane el Sporting, sobre todo en la situación en la que está el equipo,
La presidenta y portavoz del PP en Gijón, Pilar Fernández Pardo, ha hecho un repaso a la trayectoria de Menéndez, que fue también magistrado del Tribunal Constitucional, y ha resaltado que fue una de las figuras más relevantes en la Transición y también una de las mentes más prestigiosas. «Es el gran profesor», ha apostillado.
Durante el acto-homenaje, Covadonga Hernández se encargó de leer una glosa sobre la trayectoria personal y profesional de Aurelio Menéndez. El escritor Humberto Gonzali, por su parte, le dedicó una poesía creada ex profeso para el jurista asturiano y titulada: Advenimiento.