No prohibición, no ‘botellódromo’ y sí regulación. Este podría ser uno de los lemas o eslóganes del Partido Popular de Gijón con vistas a la nueva Ordenanza de Convivencia que, entre otras cuestiones, abordará la polémica del ‘botellón’. Anticipándose a conocer el borrador del gobierno de Foro, el PP gijonés ha dejado muy claros sus criterios. De ello se han encargado esta mañana, en una rueda de prensa, la propia presidenta del partido, Pilar Fernández Pardo; el vicesecretario general de Nuevas Generaciones, Andrés Ruiz, y el médico especialista en drogodependencias, Eduardo Carreño.
Fernández Pardo ha defendido que el ‘botellón’ debe abordarse desde una visión multidisciplinar y adaptado a las características de nuestra ciudad. La portavoz popular ha recordado también que Asturias es la única comunidad que tiene en los 16 años la edad mínima para permitir el consumo de alcohol, por lo que ha insistido en que ese límite debe elevarse a los 18 años. Además, ha reiterado la necesidad de que la tramitación de la Ordenanza vaya acompañada del Plan Municipal de Drogas, propuesto por el Partido Popular y que ya está recogido en los presupuestos locales.
Andrés Ruiz, que el próximo lunes llevará la voz de NN GG del Partido Popular de Gijón a la Comisión de Seguimiento que trabaja en el diseño de la Ordenanza, ha adelantado que están dispuestos a ceder en algunos aspectos “si otros ceden”, pero a partir de tres líneas básicas: la no prohibición, no al ‘botellódromo’ y sí a la concienciación y la educación. El vicesecretario de NNGG de Gijón ha reconocido que el ocio nocturno genera dos problemas básicos, la limpieza y la inseguridad ciudadana. Ha recalcado, además, que en estos momentos ya hay normativas, como la de limpieza o ruidos, que no se cumplen, por lo que ha instado al Ayuntamiento a modificarlas en lo que sea necesario o a dotarlas de efectivos suficientes para hacerlas cumplir.
Andrés Ruiz ha considerado que una ordenanza no va a hacer cambiar una realidad social como es el ‘botellón’, y ha incidido en que no se puede maquillar ni apartarla de la sociedad con ‘botellódromos’. Por todo ello, ha apostado por la concienciación y la educación empezando por las escuelas y las familias, así como con el desarrollo de acciones dentro del Plan Municipal de Drogas.
Eduardo Carreño, ha explicado, entre otras cuestiones, cómo debería funcionar el Plan Municipal de Drogas, que estaría dividido en cuatro pilares: programas de investigación e información; prevención, formación, y tratamiento y reinserción.