“Nuevas Generaciones está formada por miles de jóvenes que sueñan con un país mejor. Somos la generación más olvidada y necesitada de un Gobierno con coraje, porque se ha demostrado que tenemos el Gobierno más cobarde de la democracia”. Así de rotundo se mostró hoy el presidente de Nuevas Generaciones (NNGG) del Partido Popular, Ignacio Uriarte, en una rueda de prensa previa al I Foro de Juventud celebrado en Gijón.
Uriarte aprovechó la comparecencia ante los medios de comunicación para anunciar que el Partido Popular presentará una iniciativa parlamentaria para transferir el presupuesto y las competencias del Instituto de la Juventud de España a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, que son quienes ejecutan acciones directas con los jóvenes. Actualmente, el Instituto cuenta con entre 25 y 30 millones de euros para políticas de empleo, vivienda y potenciación de la cultura.
Ignacio Uriarte compareció en la rueda de prensa acompañado por el vicesecretario de Acción Política de NNGG y organizador del foro, David González, y el presidente regional de NNGG, Pablo Álvarez-Pire. El primero apostó por dar voz a las asociaciones juveniles y por conocer sus reivindicaciones. Por su parte, Álvarez-Pire apuntó la necesidad de este tipo de encuentros, especialmente en un momento como éste, de crisis económica, y con un Gobierno socialista con «malas políticas» para jóvenes. Asimismo, lamentó que no haya ningún tipo de solución “más que irse fuera de Asturias en busca de trabajo y oportunidades”.
Ignacio Uriarte indicó que el I Foro de Juventud que organizó Nuevas Generaciones del Partido Popular de Gijón demuestra que NNGG es activa y que está llena de jóvenes «que sueñan con un país mejor y les duele ver la problemática y dificultades de la gente. «NNGG está llena de gente muy valiente que quiere seguir trabajando por el futuro de personas que ni conoce», apostilló.
Por el contrario, lamentó que «el Gobierno más cobarde de la historia de la Democracia» perjudica a los jóvenes. Uriarte aludió a la «cobardía» del Gobierno al no plantear una renovación del Tribunal Constitucional, no saber sugerir un Pacto por la Educación o una reforma laboral que fomente el trabajo juvenil. “Este Gobierno aboca a los jóvenes durante generaciones a arrastrar la lacra de haber tenido a José Luis Rodríguez Zapatero como presidente», dijo.
También criticó el que quien tiene las competencias de Juventud en España, la ministra Bibiana Aído, vea cómo únicos problemas de los jóvenes la igualdad, la sexualidad y el aborto, y la acusó de querer gobernar sólo «para marcar las diferencias entre la ideología socialista y la ‘popular'». Por este motivo, NNGG, tanto en el Senado como en el Congreso, tiene en marcha un plan de acción para restar a este Ministerio las competencias de juventud y trasladarlas a las comunidades.
El presidente de NNGG explicó que el Instituto de la Juventud de España debería volver a ser una entidad coordinadora de propuestas de las comunidades y no quien lleve a cabo iniciativas que tienen una repercusión mínima. Uriarte echó en cara al citado organismo de olvidarse de los verdaderos problemas de los jóvenes, como el miedo a no encontrar un empleo.
En cuanto a la reforma laboral, se mostró más partidario de las iniciativas planteadas por asociaciones empresariales como AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios), respecto a la generación de un fondo por parte de los empresarios con vistas al despido de un trabajador, para que no suponga un desembolso importante. Un modelo, que a su juicio, no recorta los derechos de los jóvenes.
Uriarte aclaró que, al contrario del modelo austriaco propuesto por el Gobierno, en éste el Estado no subvencionaría la indemnización al trabajador, ya que se entiende que es responsabilidad del empresario. También apostó por la formación dual de los jóvenes, para que puedan compaginar estudios con experiencia laboral.
Preguntado por su posición ante la reducción de la edad penal de los jóvenes, abogó por ser «implacables» en delitos de sangre y que cada caso sea valorado como único y por expertos psicólogos. Uriarte expresó su preocupación por la generalización y porque inocentes puedan ser juzgados como culpables. También aludió a que los expertos señalan que los jóvenes cada vez son más maduros a una edad más temprana y son conscientes de lo que hacen. Por este motivo, insistió en que si un menor de 12 años es capaz de violar, quemar y matar a una persona deben ser los psicólogos quien valoren la edad mental y decidan si debe estar en la cárcel o en una institución psiquiátrica, auque en todo caso abogó por que esté «al margen de la sociedad durante el tiempo que sea necesario».