(R. V. /La Nueva España) El PP tiene claro que Gijón necesita esa ordenanza de convivencia que prohíbe el «botellón». Otra cosa es la fórmula elegida por Foro para aplicarla. «Nosotros lo hubiéramos hecho de otra manera, pero nadie sabe qué respuesta se iba a ver en una zona donde se reúnen cientos y miles de personas y lo que es cierto es que en el Lavaderu se habían sobrepasado todos los límites», explicaba ayer Manuel Pecharromán, al tiempo que exigía medidas preventivas y educativas contra el «botellón». «Eso es lo que echamos de menos. No se trata sólo de sancionar. Recurrir a las fuerzas del orden público es lo último, no lo primero», concretó.