(LA NUEVA ESPAÑA) Hoy se conmemora el Día de la Igualdad Salarial. Lo llevamos haciendo desde 2011 con el único objetivo de contribuir a la toma de concienciación por parte de los sectores económicos implicados, y por supuesto por la sociedad en general, de la necesidad de retribuir de idéntico modo los trabajos de igual valor, prescindiendo pues de toda consideración sexista o de género.
Se trata de la llamada “brecha” salarial entre hombres y mujeres; “brecha”, que lejos de circunscribirse a un ámbito territorial determinado, tiene un alcance universal. La Comisión Europea la define como la diferencia media entre el salario de los hombres y de las mujeres por hora; estando dicho principio de no discriminación retributiva por razón de sexo ya contemplado en el Tratado de Roma, origen de la actual Unión Europea.
Vaya por delante que no toda desigualdad salarial supone un trato discriminatorio. No en vano, a la hora de determinar una retribución pueden confluir factores extrínsecos, como los méritos o la productividad, susceptibles de explicar la diferencia de cuantía. El problema surge cuando ante trabajos de igual valor se opta, a menudo vía convenio colectivo, por remunerar de modo desigual, al existir sectores de actividad fuertemente “feminizados”: así por ejemplo un supervisor de jardines percibe más retribución que una supervisora de comedor escolar, simplemente porque a lo largo de la historia ciertas tareas se han adscrito a las mujeres y, lisa y llanamente, se las ha considerado de menor valor.
En nuestro país, las mujeres ganamos de media un 19% menos por hora que los hombres; porcentaje que se reduce en tres puntos en el seno de la Unión Europea; siendo la industria, la construcción y los servicios, los sectores más afectados por la “brecha” salarial; “brecha” que se viene estrechando entre las trabajadoras de menos edad, resultando por el contrario abrumadora en la franja de cuarenta y cinco a cincuenta y cuatro años.
En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible manifiesta que se necesitarán setenta años para acabar con la “brecha” salarial actual; máxime si tenemos en cuenta que la mujer sigue acotando los trabajos a tiempo parcial; las reducciones de jornada; y las actividades peor remuneradas; aunque la “brecha” ni siquiera desaparece en los cometidos más cualificados.
El Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades (2014-2016), aprobado por el Gobierno del Partido Popular y consciente de la situación, articula, además de Recomendaciones, una herramienta de autodiagnóstico que permite a las empresas tomar decisiones informadas.
Debemos pues seguir denunciando y combatiendo toda discriminación por razón de género. De ahí la necesidad y oportunidad de días como el de hoy. La “brecha” salarial aún se mantiene .Conviene no olvidarse.
Isabel Casielles Palacio
Presidenta de la Asociación Mujeres Siglo XXI