(R. VALLE / LA NUEVA ESPAÑA) Todos y cada uno de los cinco concejales del grupo municipal Popular aprovecharon sus intervenciones en el Pleno para exigir a los componentes del gobierno de Foro que retirasen públicamente sus afirmaciones sobre la existencia de un complot entre PP y PSOE en contra de la acción de gobierno de Francisco Álvarez-Cascos. La exigencia primera fue de la propia líder del PP, Pilar Fernández Pardo, que no sólo veía con desagrado cómo la Alcaldesa rechazaba contestar personalmente a su pregunta sobre qué medidas iba a tomar el gobierno local para frenar el avance del paro en la ciudad, sino que saltaba del asiento cuando el interlocutor elegido por Foro para darle réplica -el edil de Desarrollo Económico y Empleo, Fernando Couto- justificaba la imposibilidad del gobierno autonómico para avanzar en la generación de políticas de creación de empleo por estar prisionero de un pacto entre PP y PSOE.
«Yo he preguntado a la Alcaldesa y esperaba que fuera usted la persona que me respondiera. Es cierto que puede contestar su concejal, pero no debería», indicó Pardo a Moriyón antes de girar la cabeza hacia Couto para espetarle «y lo que no le voy a consentir es que hable de un pacto entre PP y PSOE. Si hubiera esa entente de la que habla su jefe de filas (por Cascos), ni Carmen Moriyón sería la Alcaldesa ni usted concejal de gobierno. Retire esa acusación o quizá sea el PP quien retire su apoyo. No se enteran, no saben apreciar el apoyo de nuestro grupo». La bronca llegaba unos minutos más tarde de que los votos del PP hubieran garantizado la aprobación definitiva de los presupuestos de Gijón, tras desestimarse las tres alegaciones presentadas, y de que la propia Pardo hiciera una loa al denominado «espíritu de Gijón» de colaboración entre populares y foristas y su posibilidad de exportarse a Asturias.
Un «si lo ha entendido como un ataque al PP, sabe que no es así» de Couto no sirvió para arreglar el problema. Aún más. El avance del Pleno hizo que desde el PP se exigieran rectificaciones tanto a Couto como a la edil de Hacienda, Carmen Alsina e, incluso, a Carmen Moriyón. «Me van a decir que nunca jamas hemos visto al PP y al PSOE votando juntos en el Principado», sentenció una Alsina que defendió a renglón seguido «la honradez y profesionalidad de nuestro presidente (por Cascos), que en lugar de pegar el culo a la silla convoca elecciones para que sean los ciudadanos quienes decidan si se sigue adelante con él o sin él». Aunque, eso sí, matizó: «La situación en Gijón es una, y en Asturias es otra». Y por si faltaba alguna administración, el popular Pablo Fernández también metió en danza al Ayuntamiento de Oviedo. «Nos indigna que digan que tenemos un acuerdo con el PSOE mientas sus compañeros de Oviedo pactan un gobierno con PSOE e IU para desalojar del Ayuntamiento al PP», indicó.
Y mientras los populares batallaban con Foro, desde la bancada de PSOE e IU-Los Verdes se aprovechaba para repartir culpas entre ambos partidos de la derecha por su actuación en el ámbito municipal local e ironizar sobre los tintes electoralistas de ese desencuentro entre PP y FAC. «Casi preferiría que no se pongan de acuerdo porque, separados son un desastre, pero juntos son letales», sentenciaba el concejal socialista Francisco Blanco al criticar las consecuencias para la actividad económica de la ciudad del diseño de los presupuestos locales al tiempo que su portavoz, Santiago Martínez Argüelles, bromeaba ante Moriyón sobre «ese extraño socio de gobierno que la somete a una lucha escocesa». Tan presente estaba en el ambiente la convocatoria electoral del 25 de marzo que hasta la Alcaldesa y el socialista José María Pérez se lanzaron unas indirectas sobre su presencia en las candidaturas de sus partidos.