El consejo de administración de Emtusa aprobó ayer, con la oposición del Partido Popular, el acuerdo alcanzado con la mayoría del comité de empresa para modificar el convenio colectivo en lo relativo a la gestión del plan de jubilaciones para los trabajadores. Un acuerdo que el edil popular Gabriel Díaz tachó de «cambalache» y lavado de cara del concejal socialista y presidente de la empresa, Santiago Martínez Argüelles.
El acuerdo, que será ratificado mañana en el Servicio de Arbitraje del Principado, ha propiciado que el comité de empresa anulara la semana pasada la huelga de celo que había provocado retrasos en buena parte de las líneas de Emtusa desde mediados de noviembre. El conflicto arrancó cuando Martínez Argüelles suprimió a los trabajadores un complemento para el plan de jubilaciones, a raíz de que éstos hubieran retirado los fondos depositados en el mismo, tras la autorización del jefe de personal de la empresa. El edil socialista destituyó a ese directivo y barajó más ceses.
«Si la razón la tenía Martínez Argüelles, lo que tenía que haber hecho era aplicar el convenio, y si la tenían los trabajadores, depurar responsabilidades entre el equipo directivo», señaló ayer Gabriel Díaz, quien considera que «no se podrán depurar las responsabilidades adecuadas» dado que eso lo impiden «los favores debidos a mucha gente metida (en la empresa) en la época de Sariego o en la de Begoña Fernández», antecesores de Santiago Martínez Argüelles en la presidencia de Emtusa. Díaz opina que Martínez Argüelles «no domina la situación» en la empresa que preside.