«Estamos en la época de optimizar cada céntimo de euro; tener dinero y dejarlo en el cajón sería de irresponsables», explica la presidenta regional del PP en una entrevista publicada el domingo en el periódico La Nueva España
Mercedes Fernández (Gijón, 1960) está en boca de todos en el Parlamento regional. La presidenta del PP asturiano ha dado el golpe de efecto del trimestre al entregar al Gobierno socialista de Javier Fernández el apoyo a las leyes de crédito extraordinario que servirán a Asturias para transitar por la prórroga presupuestaria con posibilidades de liquidez. La distancia que mostró con el PSOE hace tres meses, cuando apenas cruzaron miradas a la hora de negociar el Presupuesto, desaparece ahora después de haber aceptado el Ejecutivo los planteamientos del PP. Mercedes Fernández es esquiva a la hora de hablar de la lista popular para las europeas. Y dice que su partido actuó con responsabilidad, pensando en Asturias y «dejando la ideología a un lado», a la hora de llegar con el PSOE a un acuerdo que no ha sentado nada bien en los antiguos «socios preferentes» de los socialistas: IU y UPyD.
-Un acuerdo entre su partido y el PSOE para un asunto económico relevante en la Junta General. ¿Quién lo iba decir, cuando la tensión ha sido alta y la distancia grande en lo que va de legislatura?
-El Gobierno hizo una petición de diálogo a todos los grupos políticos y nos pareció que valía la pena hablar de este tema. Lo que no me compete ya es saber por qué otros no contestaron. Cada uno sabrá lo que hizo.
-¿Acordar los créditos con el PSOE es un noviazgo sin anuncio de boda?
-Estoy de acuerdo con esa tesis. En determinados momentos hay que dejar a un lado las cuestiones ideológicas y hacer un esfuerzo de entendimiento para movilizar recursos en beneficio de todos los asturianos. La gente lo está pasando mal y lo que esperan de los políticos es diálogo. Nunca pediré perdón por sentarme a dialogar con un Gobierno; nunca. El PP afrontó esa conversación con absoluta limpieza, nobleza y en aras de defender los intereses de Asturias.
-Hablaron e incluso llegaron a un acuerdo.
-Cuando se abordó el debate presupuestario, vimos cómo el Gobierno de Javier Fernández hacía acercamientos hacia los que entonces eran sus socios preferentes, IU y UPyD. Aquello fracasó y entregamos por escrito un documento de mínimos para decirle al Ejecutivo que la prórroga no era el único escenario posible. Pensábamos, y seguimos pensando que hacía falta una nueva política fiscal, más ahorro y la racionalización del sector público. No tuvimos respuesta a este documento. Ahora hemos actuado igual ante la necesidad de aprobar los créditos extraordinarios que necesita Asturias.
-¿Por qué resultó esta vez tan sencillo el entendimiento?
-Hemos hecho lo mismo. Pusimos una serie de actuaciones que nos parecían prioritarias: programas de agroganadería, para la Universidad, los accesos a las grandes infraestructuras, el dragado de los puertos… Es evidente que también había que dotar el salario social.
-IU ha dicho que son unos créditos pensando en los bancos y no en los ciudadanos. Hay 76 millones para la deuda y otros 157 para liquidar a los proveedores.
-Es que las deudas hay que pagarlas. Así nos fue con otros dirigentes. Pagar lo que se debe es sanear el presente y ganar el futuro. No se puede gastar el dinero como si fuese agua. No se pueden hacer, como antaño, políticas de descontrol del gasto. Estos créditos son necesarios para que Asturias no se pare. Estamos en una situación muy compleja. No son tiempos expansivos, toca ajustar y optimizar cada céntimo de euro, por eso tener dinero y dejarlo en el cajón sería una irresponsabilidad.
-¿Son un ataque de cuernos las críticas de IU y también de UPyD a su nueva relación con el PSOE?
-No lo sé. Es cosa de ellos. Lo que digo es que el proceso está abierto. Las leyes de crédito inician ahora su tramitación y sería bueno que otros grupos se sumasen al acuerdo. No lo descarto.
-Ideológicamente, ¿les compromete menos este acuerdo co el PSOE que uno presupuestario?
-En el ámbito económico nos separa el asunto de los impuestos, y eso no se aborda en el crédito. El modelo fiscal de Asturias no nos conviene. Lideramos los ranking de recargos en el IRPF, del impuesto de patrimonio… Es lo que defiende el PSOE y ésa es la gran diferencia, junto con el sector público, cuya reducción seguiremos reclamando. Como esto no se aborda en el crédito, fue más fácil llegar a un acuerdo.
-El PP, en Oviedo, llevó un poco más allá esto de los pactos y se puso de acuerdo con IU para aprobar el Presupuesto. ¿Están cambiando las formas de relacionarse entre los partidos?
-Un alcalde debe empeñarse en conseguir un presupuesto. Caunedo hizo un esfuerzo positivo. Tocó a todas las puertas y se abrió la de IU. No se puede poner una nota negativa a quien busca el diálogo.
-El PP aupó a Foro a la Alcaldía de Gijón y…
-Eso queda muy lejos ya.
-Y pasado ese tiempo, ¿está ganándose la alcaldesa, Carmen Moriyón, que el PP la apoye de nuevo?
-Después de treinta y dos años de socialismo en Gijón, el partido de Álvarez-Cascos tenía una oportunidad de oro para hacer una política de reformas estructurales que supusieran una clara diferencia entre la política socialista y la no socialista. No sé si por falta de experiencia o por falta de interés, pero el Ayuntamiento que dejó Areces sigue invariable en sus estructuras y en sus fórmulas de gestión con Moriyón.
-Es decir, que no volvería el PP a apoyarla.
-Primero habrá que pasar otra vez por las urnas, ¿no? Tampoco sé si Carmen Moriyón se va a presentar.
-¿Plantear una moción de censura en Gijón es un opción para el PP?
-No está en la agenda. No me lo traslada el partido en Gijón. Hay una máxima política que dice que las mociones de censura se presentan para ganarlas.
-¿Y si el planteamiento de esa hipotética moción dejase la Alcaldía en manos del PP?
-No va en la hoja de ruta del PP de Gijón ese asunto. No me consta en absoluto.
-¿Ya sabe qué asturianos irán en la lista del PP para las europeas del 25 de mayo?
-Me encantaría que hubiera más de uno; lo intentaremos…
-¿Repetirá Salvador Garriga por el PP?
-Eso es mucho decir, todavía estamos en quién será el número uno.
-¿Preocupa en el PP la aparición de partidos como Vox, con su antiguo líder catalán y eurodiputado Alejo Vidal Quadras de cara a estas elecciones europeas?
-Sólo hay dos opciones para configurar el órgano de gobierno europeo. O gana el socialismo, o los populares europeos. La Comisión es el órgano decisorio donde Rajoy aspira a que España tenga peso y, junto a países de nuestra órbita, apostamos por el luxemburgués Jean-Claude Juncker para presidirla. Tenemos dos objetivos: movilizar a nuestros votantes y transmitir que somos la opción fuerte del centro-derecha. Y trasladar que en Europa se juega un partido muy importante porque el setenta por ciento de las decisiones que se toman en España tiene su origen en Europa. Debemos convencer al electorado que no sea socialista de que su voto tiene que canalizarse a través del PP.