Es, desde hace seis años, responsable de las áreas de Cultura y Educación del Grupo Municipal Popular, un ámbito en el que considera que en Gijón existen enormes carencias. Cree, en este sentido, que no se debe desaprovechar ninguna oportunidad de mejora y por ello el viernes planteará en el Pleno un ruego para que Gijón reclame un mayor protagonismo en la celebración de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.
Gabino de Lorenzo se cansa de hablar de un ‘cerco a Oviedo’ y usted, desde su mismo partido, le toca los Premios Príncipe…
No se trata de quitarle nada a Oviedo, todo lo contrario. Parece claro que en un futuro próximo va a haber una ampliación de los premios, con más actividades. Y si la Fundación quiere dar ese salto, parece complicado que Oviedo pueda dar cabida a todo. Lo normal es que se amplíe el marco en el que se realizan los actos, que otras ciudades se beneficien también de la proyección de este evento. Y Gijón tiene que estar ahí.
¿Qué reclaman para la ciudad?
Se está discutiendo aún, por ejemplo, dónde se va a realizar el museo de los Premios Príncipe. El debate sigue abierto, y parece que Oviedo va a tener difícil estar ahí. Gijón debe optar a albergar ese museo, porque además tiene muchas opciones de lograrlo. También venimos defendiendo desde 2001 que alguno de los jurados se reúna en la ciudad. No puede ser que personalidades de tanta importancia como las que forman parte de ellos vengan, se reúnan en un salón del Reconquista y se vayan, sin mayor provecho. Gijón debería aprovechar también esas visitas para vender la ciudad.
¿Cuál sería el escenario más propicio tanto para acoger a ese jurado como para albergar el museo?
El Palacio de Revillagigedo es uno de los más dignos que tiene la ciudad, que desgraciadamente no anda sobrada. Pero también tenemos la Universidad Laboral y ya veremos qué pasa con Tabacalera.
¿La ceremonia de entrega en el Campoamor es intocable?
-Sí parece complicado que pudiera entregarse algún premio fuera de Oviedo. La ceremonia tiene mucha historia y un importante apego a esa ciudad. Pero para nosotros lo importante es que Gijón dé un salto de calidad en su relación con los Premios Príncipe y con la Fundación. El Ayuntamiento tiene que ir de la mano de organismos de prestigio internacional como éste, y no de la de algunos personajes expertos en balaseras, que parece que es por lo que apuesta el equipo de gobierno. Al margen de lo mencionado, se pueden hacer muchas actividades en la ciudad.
¿Por ejemplo?
Aunque ya se han celebrado algunas conferencias y exhibiciones deportivas de algunos premiados, creemos que debe aprovecharse la visita de esas personalidades para desarrollar actividades que tengan proyección internacional, con el consiguiente beneficio para la ciudad. Estamos hablando de líderes de pensamiento, intelectuales, deportistas de élite que cada mes de octubre vienen a Asturias. Lo que no podemos hacer es ver pasar el tren todos los años a 28 kilómetros de Gijón y no subirnos a él. Hasta ahora nuestra participación ha sido muy tímida. La ciudad tiene que dar el salto y alcanzar más protagonismo.
¿Cuál cree que será la respuesta del equipo de gobierno a su propuesta?
Es la tercera vez que llevamos esta cuestión al Pleno y esperamos que de una vez por todas el Ayuntamiento se implique. En una ocasión la alcaldesa llegó a decir que el hecho de que todo se centralizara en Oviedo venía derivado de su capitalidad, y negaba que hubieran luchado por los premios. Nosotros creemos todo lo contrario: Oviedo ha realizado un gran esfuerzo para acogerlos, y Gijón no.
¿Conocen la postura de la Fundación sobre este asunto?
Hemos tenido contactos esporádicos e informales con varios miembros de la Fundación y del Patronato, y siempre han acogido muy bien esa opción. Incluso en alguna de las reuniones del Patronato se llegó a empezar a discutir la necesidad de que Gijón tuviera un papel más relevante en los Premios Príncipe de Asturias. Sería beneficioso para la ciudad, y también para la propia Fundación.
Gijón ganaría puntos como destino cultural…
Le hace falta. Hoy estamos absolutamente fuera del circuito nacional cultural. Pese a que la Fundación Municipal de Cultura nos cuesta 12 millones de euros al año, hemos hecho una política de minimuseos con escaso atractivo y que no atraen visitantes.
Pues de forma conjunta con Oviedo y Avilés la ciudad aspira a la capitalidad europea de la cultura en 2016. ¿Lo ve factible?
Creemos que es un buen proyecto y que tiene muchas posibilidades de éxito, y así lo demuestra el gran apoyo popular que ha recibido en internet. Desgraciadamente los ciudadanos van bastante por delante de las instituciones. Aunque el proyecto empezó bien, llevamos un año en el que no ha tenido desarrollo suficiente. La candidatura está un poco parada y creemos necesario impulsarla más.