La presidenta del Partido Popular en Gijón, Pilar Fernández Pardo, afirmó que el concejo cuenta con una potencialidad «impresionante» que pocas localidades españolas tienen y apostó por saber conjugar la zona marítima con la rural. Un modelo que dijo podría ser aprobado en un futuro por un Gobierno del Partido Popular. Así lo dijo poco antes de la presentación del documento de propuestas para el Plan General de Ordenación (PGO) de Gijón en la Biblioteca Pública Jovellanos.
Fernández Pardo destacó que es un momento «importante y de optimismo», y animó a pensar que el desarrollo de este nuevo PGO no va a concluir con la actual Corporación, por lo que instó a que cada cual presente las sugerencias o alegaciones que considere, ya que posiblemente sea un Gobierno de «otro color político» quien apruebe definitivamente el planeamiento urbanístico.
«Si el PSOE e IU tramitan el Plan General de Ordenación por la vía rápida será por miedo a perder el gobierno, aseguró la presidenta del Partido Popular de Gijón durante la presentación de su propuesta urbanística en la Biblioteca Pública Jovellanos.
Fernández Pardo explicó que el procedimiento ordinario para sacar adelante el nuevo planeamiento establece un plazo mínimo de año y medio. Por lo que no sería de extrañar que la aprobación definitiva del texto corriera a cargo de otra Corporación y de un gobierno de distinto signo político. Sin embargo, Pardo no descartó que el equipo de gobierno intente acortar los tiempos recurriendo a una vía administrativa «de urgencia» para presentarlo como un logro electoral. La portavoz municipal popular expuso ayer ante un auditorio integrado por empresarios de la construcción, arquitectos, sindicatos y representantes vecinales lo que a su juicio está en juego en este proceso de revisión del PGO.
Según Pardo, lo que se abre en este momento es «la oportunidad de definir el modelo y el diseño de ciudad» para los próximos diez años tras la anulación del anterior PGOU por numerosas sentencias judiciales. También se plantea, aseguró, el reto de conseguir estabilidad y seguridad jurídica para los proyectos edificatorios que se van a desarrollar «después de unos años en que se habló mucho de especulación urbanística y corrupción».
El concejal Pablo Fernández, arquitecto de profesión, fue el encargado de desgranar las sucesivas propuestas contenidas en el escrito de sugerencias del PP gijonés divididas en seis epígrafes: Gijón abierto al mar, plan de vías, la ciudad consolidada, infraestructuras y plan de movilidad, la baja densidad y los nuevos crecimientos y el Gijón industrial.
La sugerencia que más interés despertó entre el público asistente fue la del traslado a la ampliación de El Musel del único astillero en activo y del resto de la industria pesada existente en Poniente y El Natahoyo. Pardo defendió la propuesta como «una apuesta valiente y un planteamiento a medio o largo plazo» que no se podría acometer hasta que la crisis económica se dejase definitivamente atrás. Para la presidenta del PP gijonés, esa sería la única forma de garantizar la supervivencia de la construcción naval en el municipio, aunque reconoció que si alguna de las empresas que intenta reflotar a Juliana impone como condición que el astillero siga en El Natahoyo lo respetaría.
También suscitó debate en el turno de preguntas las iniciativas concretas para la zona rural. Pablo Fernández explicó que la compactación de la ciudad de la ronda hacia el interior con nuevas bolsas de suelo en Tremañes, en el suelo recalificado de los astilleros y en la prolongación hacia el Sur del modelo del plan de vías «aliviarían la actual presión edificatoria prevista en las parroquias rurales».
La presidenta del Partido Popular en Gijón, Pilar Fernández Pardo, afirmó que el concejo cuenta con una potencialidad «impresionante» que pocas localidades españolas tienen y apostó por saber conjugar la zona marítima con la rural. Un modelo que dijo podría ser aprobado en un futuro por un Gobierno del Partido Popular. Así lo dijo poco antes de la presentación del documento de propuestas para el Plan General de Ordenación (PGO) de Gijón en la Biblioteca Pública Jovellanos.
Fernández Pardo destacó que es un momento «importante y de optimismo», y animó a pensar que el desarrollo de este nuevo PGO no va a concluir con la actual Corporación, por lo que instó a que cada cual presente las sugerencias o alegaciones que considere, ya que posiblemente sea un Gobierno de «otro color político» quien apruebe definitivamente el planeamiento urbanístico.
«Si el PSOE e IU tramitan el Plan General de Ordenación por la vía rápida será por miedo a perder el gobierno, aseguró la presidenta del Partido Popular de Gijón durante la presentación de su propuesta urbanística en la Biblioteca Pública Jovellanos.
Fernández Pardo explicó que el procedimiento ordinario para sacar adelante el nuevo planeamiento establece un plazo mínimo de año y medio. Por lo que no sería de extrañar que la aprobación definitiva del texto corriera a cargo de otra Corporación y de un gobierno de distinto signo político. Sin embargo, Pardo no descartó que el equipo de gobierno intente acortar los tiempos recurriendo a una vía administrativa «de urgencia» para presentarlo como un logro electoral. La portavoz municipal popular expuso ayer ante un auditorio integrado por empresarios de la construcción, arquitectos, sindicatos y representantes vecinales lo que a su juicio está en juego en este proceso de revisión del PGO.
Según Pardo, lo que se abre en este momento es «la oportunidad de definir el modelo y el diseño de ciudad» para los próximos diez años tras la anulación del anterior PGOU por numerosas sentencias judiciales. También se plantea, aseguró, el reto de conseguir estabilidad y seguridad jurídica para los proyectos edificatorios que se van a desarrollar «después de unos años en que se habló mucho de especulación urbanística y corrupción».
El concejal Pablo Fernández, arquitecto de profesión, fue el encargado de desgranar las sucesivas propuestas contenidas en el escrito de sugerencias del PP gijonés divididas en seis epígrafes: Gijón abierto al mar, plan de vías, la ciudad consolidada, infraestructuras y plan de movilidad, la baja densidad y los nuevos crecimientos y el Gijón industrial.
También suscitó debate en el turno de preguntas las iniciativas concretas para la zona rural. Pablo Fernández explicó que la compactación de la ciudad de la ronda hacia el interior con nuevas bolsas de suelo en Tremañes, en el suelo recalificado de los astilleros y en la prolongación hacia el Sur del modelo del plan de vías «aliviarían la actual presión edificatoria prevista en las parroquias rurales».