El concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Gijón Pablo Fernández presentó ayer una propuesta denominada ‘Plan de fachadas energéticas’, que pretende ser una iniciativa para intentar potenciar el sector de la construcción local en estos tiempos de crisis económica a través de un nuevo programa municipal que, además, mejore la eficiencia energética de los inmuebles gijoneses. El Partido Popular, como explicó el edil Pablo Fernández, quiere que las comunidades que realicen mejoras en su bloque en aras del ahorro energético sean favorecidas con mayor puntuación a la hora de concesión de las subvenciones públicas.
El plan de fachadas energéticas -«que hemos denominado así, pero va más allá de las fachadas», sentenció el edil- favorece la instalación de energía solar térmica, placas fotovoltaicas para la iluminación de zonas comunes, cambios de carpintería que favorezcan un mayor aislamiento o nuevas instalaciones de cable. El Partido Popular ha incluido este proyecto dentro de sus sugerencias al documento de prioridades del Plan General de Ordenación.
Por otra parte, el concejal popular sumó ayer su voz al debate social sobre la reordenación del espacio que ahora ocupan las instalaciones del cerrado astillero Naval Gijón para reprochar al gobierno municipal de Paz Fernández Felgueroso que no hubiera incluido su plan de convertir este área en un parque tecnológico abierto al uso público al estilo de los países nórdicos en el documento de prioridades del nuevo Plan General de Ordenación. Para Fernández es una muestra más de la falta de planificación en el urbanismo local que marca la actuación del actual gobierno municipal. «Aunque con esto no quiero decir que no estemos de acuerdo», matizó Fernández. El edil popular, eso sí, quiso dejar claro que desde su grupo político se defendió «un urbanismo de calidad para la recuperación de ese barrio, no viviendas de lujo».
El Partido Popular presentó en sus sugerencias al documento de prioridades del PGO la iniciativa de trasladar al área portuaria de El Musel las industrias de Poniente y desarrollar las potencialidades residenciales de esa zona. El gobierno local, como estos días ha defendido el edil de Promoción Económica, José María Pérez, quiere mantener el carácter de motor económico de la zona reconvirtiendo el espacio de los astilleros en un centro de empresas tecnológicas donde convivan las actividades empresariales con el uso público de los espacios de primera línea de playa y la ubicación en los bajos comerciales de equipamientos de hostelería u ocio. Pérez puso como ejemplos a seguir parques tecnológicos de Göteborg y Malmö, en Suecia, para Naval Gijón. Una idea que puede hacerse extensible al terreno de Juliana, aunque la prioridad es preservar la actividad del astillero.
De seguirse la estela de los países nórdicos, Fernández reivindicó que se «adapte el modelo» teniendo en cuenta las diferencias culturales, de estilo de vida e, incluso de horas de luz, que hay que entre Suecia y Gijón. Pero más allá de estas matizaciones, Pablo Fernández mostró sus dudas sobre la capacidad del gobierno local para cumplir sus promesas. «No tiene credibilidad. El propio José María Pérez dijo en 2007 que en dos años habría un parque tecnológico en La Camocha. ¿Dónde está? Que yo sepa, no se ha movido ni un metro cúbico de tierra en esa zona», sentenció el edil, quien, como otra muestra de la falta de planificación de las obras, se unió a los vecinos que critican que no se pueda acceder a la recién abierta avenida de la Pecuaria desde la avenida del Jardín Botánico.