«Alguien que conduce ebrio no puede ser miembro del grupo de conductores de EMTUSA», aseguró el concejal del PP Gabriel Díaz, tras conocer que un chófer de la compañía municipal de autobuses fue parado por la Policía Local el pasado lunes, a primera hora de la mañana y mientras cubría el servicio de la línea 4 al Hospital de Cabueñes, triplicando la tasa máxima de alcoholemia que permite la ley.
Los populares «pediremos medidas drásticas a Santiago Martínez Argüelles y que explique la imagen nefasta que se ha dado como empresa, el serio perjuicio que EMTUSA ha sufrido y, sobre todo, por qué se ha puesto en peligro a los pasajeros».
Díaz considera muy grave la situación que se ha creado, aunque estima que no es nada extraño que la situación no haya trascendido al conocimiento del público sino 48 horas después de producirse el incidente y sin que mediase ningún tipo de comunicación oficial ni por parte de la empresa, ni del Ayuntamiento, ni de la Policía Local. «Es más, en EMTUSA nosotros ya hemos denunciado situaciones de nepotismo en la contratación durante la época de José Manuel Sariego al frente, en la que hubo contrataciones en las que parecía primar que se fuera un afín político, y en esas circunstancias se convertían rápidamente esos contratados en delegados sindicales».
Por ello, el concejal popular anunció que el próximo lunes haremos una petición formal en el Ayuntamiento para que Martínez Argüelles explique el asunto y, con carácter urgente, también vamos a pedir la convocatoria de una reunión del consejo de administración de EMTUSA, porque estamos muy preocupados por una situación cuya gravedad es muy grande.
La alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, anunció ayer que el Ayuntamiento abrirá un expediente al conductor mientras la empresa se limitó a reiterar que hay un procedimiento de investigación en marcha, y se aplicará con rigor y contundencia el régimen de faltas y sanciones previsto en el convenio de EMTUSA. Sin embargo, las fuentes oficiales de la empresa consultadas por este periódico no explicaron por qué el conductor trabajó al día siguiente del incidente ni si se le ha apartado del servicio.
Fueron los propios pasajeros del autobús los que requirieron la presencia de la Policía Local después de percatarse que el conductor parecía encontrarse bajo los efectos del alcohol y se negaba a detener el vehículo. Una vez que los agentes llegaron al lugar y le realizaron las pruebas del etilómetro, enviaron un nuevo autobús con otro chófer para poder continuar su recorrido hasta el final de la línea 4, es decir, hasta las puertas del centro hospitalario de Cabueñes.