El jarofix, un material compuesto por jarosita sólida y cemento, se ha convertido en el controvertido protagonista de los últimos meses en la parroquia de Cenero, después de que la empresa Ecoterra solicitara permiso para ampliar su actividad en el vertedero que tiene en La Enmesnada (Carbaínos) y recoger los residuos que genera la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) y que de momento se están depositando en El Estrellín (Avilés). La Asociación de Vecinos L’Abadía de Cenero se opone frontalmente a este proyecto, mientras que la empresa advierte de que hay muchos empleos en juego. Entre tanto, el Ayuntamiento de Gijón, gobernado por el partido de Cascos, que es el que debe conceder la licencia para ampliar la actividad de la cantera, ha cambiado varias veces de opinión sobre el asunto, sin ofrecer información al respecto. Los ediles del Partido Popular en la ciudad reclaman que “lo que se haga, se haga bien. Es necesario que se informe correctamente sobre las consecuencias medioambientales, aunque es cierto que lleva mucho tiempo depositándose el jarofix en Avilés y parece que no pasa nada». En su opinión, la solución pasa por “dar seguridad a los vecinos e información, que ha fallado bastante. Además, no ayuda el posicionamiento de oscurantismo del Ayuntamiento, porque lo que hace quince días no valía, ahora dicen que sí. No tiene un posicionamiento serio. Pero tampoco hay que perder de vista que detrás de esta operación hay un grupo de empresas con unos puestos de trabajo y un capital social. Por eso, hay que dar una solución para todos y con claridad”, razonan.