Pedro Muñiz
Al Partido Popular no le convence en absoluto la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que plantea el gobierno municipal. Es más, considera que el procedimiento está viciado de raíz. «Empiezan engañando a los ciudadanos», acusó ayer el PP a través de su concejal Pedro Muñiz, convencido de que si se plantean tres modelos urbanísticos posibles, «es sólo para cubrir el expediente».
El Ayuntamiento revisará de oficio su PGOU para normalizar la situación urbanística de la ciudad, ahora condicionada por las 23 sentencias anulatorias que ha dictado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Estos fallos desfavorables se fundamentan en cuestiones medioambientales y de tramitación, que deberán subsanarse teniendo en cuenta un nuevo marco legislativo, en el que todo plan urbano ha de ir precedido de un informe de impacto ambiental y un documento de prioridades con tres alternativas.
Dicho documento se presentará oficialmente en la Comisión de Urbanismo de mañana, viernes, como paso previo al comienzo de la revisión, que se iniciará cuando el Pleno municipal del día 11 así lo apruebe. Según Pedro Muñiz, el equipo de gobierno que forman PSOE e IU «nos van a dar a elegir entre la opción mala, la peor y la pésima».
La primera mantiene los planteamientos del anterior plan urbano, que diseñó Ramón Fernández-Rañada (alternativa 0). La segunda se atiene a las pautas marcadas por el arquitecto Luis Felipe Alonso Teixidor en el PGOU que ahora cuestiona el alto tribunal asturiano, incluyendo la nueva actuación de vivienda concertada prevista en la zona de Jove (alternativa 1). Y la última amplía los suelos urbanizables de las parroquias de Porceyo y Vega-La Camocha (alternativa 2).
«Nos proponen el plan Rañada, que constriñó la ciudad y fue uno de los causantes del encarecimiento del suelo en Gijón; el plan Teixidor, con sus problemáticos desarrollos urbanísticos en la zona rural; o el plan Teixidor al cuadrado. Y, total, ¿para qué? Si la Alcaldesa ya dijo que mantendría el 99 por ciento del PGOU y todos tenemos clarísimo que van a elegir la alternativa 1», manifestó Pedro Muñiz. «El Partido Popular siempre apostó por atravesar la Ronda Sur, pero con un planeamiento sostenible. Y aquí lo único que quieren sostener es el PGOU anulado», añadió.
El PP ya piensa mostrar su rechazo en el primer proceso de información pública que se abrirá tras el Pleno del mes de diciembre y, ayer, Muñiz instaba a la ciudadanía a que siguiese los pasos de su partido: «Animamos a los ciudadanos a que presenten sus opiniones y sugerencias». El grupo de la oposición pidió, asimismo, «transparencia en las intenciones del gobierno municipal y en la contratación de los equipos técnicos» frente a «las tropelías conscientes y mentiras descaradas de la Alcaldesa».
Las alternativas recogidas en el documento de prioridades, cuya asistencia técnica se puso en manos de la empresa Dolmen, tienen un punto en común: las tres incorporan las nuevas actuaciones concertadas con el Gobierno del Principado. Situación en la que se encontrarían el Área Residencial de Roces, el polígono de Lloreda (Tremañes) y la primera fase de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales (ZALIA), que se llevará a cabo en la parroquia de San Andrés de los Tacones.
Según la interpretación que hace Pedro Muñiz, se está aprovechando esta revisión para «meter todo aquello que han ido haciendo por la espalda» Y fue más allá: «Amparándose en convenios concertados con el Ayuntamiento, han ido convirtiendo en suelo residencial o industrial terrenos que estaban en el PGOU como de interés paisajístico; y esto es una trampa, un fraude de ley».
El edil que se ocupa de los asuntos urbanísticos dentro del PP pone el acento sobre la ZALIA. «Incorporan la primera fase (de 107 hectáreas), no los cuatro millones de metros previstos para toda la zona logística», incide Muñiz. Circunstancia que afecta, por ejemplo, a la valoración de las futuras expropiaciones. Aun así, la oposición no es partidaria de que la incorporación al PGOU sea completa, porque «la ZALIA no debería tener más de un millón de metros».
