Resultan sorprendentes las declaraciones sobre la llegada del AVE al centro de Asturias y a Gijón, realizadas por el presidente de Fade, Severino García Vigón, y publicadas en un periódico el pasado domingo. El Partido Popular de Gijón discrepa absolutamente de esas manifestaciones.
A la pregunta sobre si teme por el AVE, el señor García Vigón responde que no. De sus declaraciones se desprende que con que el AVE traspase Pajares, le es suficiente. Afirma literalmente que:
“Nosotros renunciamos a ese tramo porque consideramos que es un lujo”, y añade una expresión inadecuada y particularmente infeliz: “Una vez que llegamos a Lena, ya estamos en Asturias”.
Con el respeto que se debe a toda opinión, el Partido Popular de Gijón está en absoluto desacuerdo con esa manifestación. Es absurdo decir que un AVE está en Asturias cuando entra en Pola de Lena; es como decir que el AVE entre Madrid y Sevilla ya está en Sevilla o Málaga cuando ha pasado Despeñaperros, o que está en París cuando ya pasó la frontera hispanofrancesa. Además, el concepto de AVE, tanto en España como en el resto de países, significa una comunicación directa e ininterrumpida entre el centro de las ciudades que enlaza. Así ocurre en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, París…
La línea de Alta Velocidad entre Gijón y Madrid responde a una decisión política y estratégica, tomada por un Gobierno del Partido Popular y resistiendo un cúmulo de oposiciones, en las que destacó durante muchísimos años, oponiéndose a lo que entonces era la variante de Pajares, el Partido Socialista en Asturias y en España.
Ya desde hace meses, uniéndose al retraso del trazado del AVE entre Gijón y Madrid, que únicamente funciona como tal entre Valladolid y Madrid, comenzaron a surgir declaraciones de responsables socialistas en que de un modo tácito u expreso, jugando con las palabras, se ponía en cuestión, el tramo entre Pola de Lena y Gijón. El propio consejero Buendía dijo que “por diez minutos de tiempo”, no merecía la pena abordar esa obra.
Resulta incomprensible que García Vigón realice estas declaraciones que van en contra de los intereses de la multitud de empresas, que tendrían actividad durante el tiempo de las obras de este tramo del trazado del AVE entre Madrid y Gijón, y que van en contra también de la ingente cantidad de puestos de trabajo que se crearían con esta obra. En definitiva, el AVE entre Madrid y Oviedo y Gijón es una cuestión estratégica e irrenunciable. Desde luego, para Gijón lo es, y ni el Partido Popular ni los gijoneses admitimos lo contrario.
Lo que nos preguntamos ante afirmaciones como éstas es a quién benefician. Si fuese posible, sería muy conveniente conocer cuanto antes qué otras obras, ya comprometidas con Asturias, resultan “lujosas” y , por tanto, prescindibles, para el presidente de Fade.