El Partido Popular ganará de manera abrumadora las elecciones generales españolas en el momento más descarnado de la crisis europea. Mariano Rajoy será con toda probabilidad el nuevo presidente del Gobierno gracias a la intensa movilización de los electores de centroderecha, a la transferencia de votos desde el centro oscilante, a la ineludible capacidad de arrastre de la opción que aparece como ganadora y, sobre todo, a la desmovilización del electorado socialista, desmoralizado por la crisis económica, desfondado por la abrupta retirada de José Luis Rodríguez Zapatero y escasamente reanimado por Alfredo Pérez Rubalcaba. Este es el veredicto de los sondeos que publican hoy los principales periódicos españoles en el tramo final de la campaña.