El concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Gijón Gabriel Díaz afirmó ayer que Francisco Villaverde conducía un vehículo de ‘renting’ de la Sociedad de Servicios del Principado de Asturias (Serpa) cuando dio positivo por alcoholemia el pasado 4 de febrero. Este dato, según el concejal popular, echa por tierra el argumento esgrimido desde las filas socialistas de que la infracción de su secretario de acción electoral es una cuestión que se ciñe estrictamente al ámbito privado.
Díaz reclamó de nuevo a la alcaldesa y a los responsables de la FSA que promuevan la dimisión o el cese de Villaverde de todos sus cargos públicos. El ex concejal y ex diputado regional socialista triplicó la tasa de alcoholemia en un control policial efectuado por la Policía Local en la rotonda de Los Fresnos. De hecho, superó el límite de la infracción penal, que se sitúa en 0,60 miligramos. Díaz calificó lo sucedido de algo «inadmisible para un cargo público».
El edil popular defendió que el comportamiento de Villaverde es igual de censurable que el del ex alcalde de Siero, Juan José Corrales, quien dimitió la semana pasada tras sufrir un accidente de circulación y arrojar una tasa de 0,75 miligramos por litro de aire espirado en la prueba de alcoholemia.
Díaz aseguró que la única diferencia esgrimida hasta ahora entre ambos era que Villaverde no conducía un coche oficial pero, en su opinión, se ha demostrado que sí lo hacía dado que el vehículo pertenecía a la firma regional de la que es gerente.
El edil aseguró que pedirá información pormenorizada sobre la gestión del positivo en alcohol de Villaverde por parte de la concejala de Seguridad Ciudadana, Begoña Huergo, y el jefe de la Policía Local, Alejandro Martínez Gallo. Díaz quiere saber «desde qué momento la concejala sabía estas circunstancias», y recordó que, en el caso de Corrales, «inmediatamente se dio toda la información y se instó a su dimisión».