Por Ángela Pumariega
Vicealcaldesa de Gijón
Publicado en La Nueva España, 28 de mayo de 2025
Este próximo sábado, los gijoneses rendiremos un sentido y merecido homenaje a Ignacio Echeverría, conocido como «el héroe del monopatín». Su nombre quedará unido para siempre a uno de los espacios más representativos del deporte urbano en nuestra ciudad: el skatepark de Cimavilla, que pasará oficialmente a llamarse skatepark Ignacio Echeverría.
Esta iniciativa, impulsada por Nuevas Generaciones del Partido Popular siendo Andrés Ruiz su presidente, y que se logró materializar a través de una iniciativa en el Pleno del Ayuntamiento de Gijón, representa mucho más que un cambio de nombre: es un acto de reconocimiento y gratitud colectiva hacia una figura que se ha convertido en símbolo del heroísmo civil contemporáneo.
Ignacio Echeverría no fue una víctima más del terrorismo. Fue un joven que, con un monopatín en las manos y un inmenso sentido del deber hacia los demás, decidió enfrentarse al atacante de una mujer que se encontraba absolutamente indefensa.
Los hechos ocurrieron en junio de 2017, durante el atentado yihadista en el Borough Market de Londres. Su intervención salvó vidas, pero le costó la suya. Desde entonces, su historia ha conmovido a muchísimas personas dentro y fuera de nuestras fronteras, convirtiéndose en ejemplo de valentía, generosidad y compromiso con los demás.
Desde el Partido Popular siempre hemos defendido que los espacios públicos deben servir también para preservar la memoria de quienes han contribuido a mejorar nuestra sociedad. Por ello, propusimos que este skatepark –un lugar de encuentro, deporte y convivencia entre jóvenes– llevara el nombre de Ignacio.
Porque él no solo practicaba skate: honró este deporte con su vida. Y hoy, ese mismo deporte le devuelve el homenaje que merece.
El skatepark de Cimavilla Ignacio Echevarría, será, en adelante, un espacio donde familias, jóvenes y vecinos de Gijón podrán mirar con orgullo un nombre que nos interpela a todos: el de alguien que actuó cuando otros habrían dudado; que se jugó la vida por salvar la de una mujer a lo que no conocía, y que nos recordó que el verdadero coraje no necesita armas, sino principios.
A partir de este sábado, cada truco sobre el cemento, cada salto en el skatepark de Cimavilla, llevará en el aire algo del espíritu de Ignacio. Gijón no solo le da su nombre a un espacio, sino que acoge para siempre su legado para que su ejemplo perdure entre nosotros.
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