(O. Esteban/El Comercio) En julio de 2002, una empresa de mudanzas se encargó de trasladar los fondos de la hemeroteca de la Cámara de Comercio, desde la instalaciones de la calle del Instituto, hasta la Universidad Laboral. Se formalizaba así la cesión, pero comenzaba al mismo tiempo el peregrinaje de los fondos y una polémica aún no cerrada. Cuando se cumplen diez años de aquello, el Ayuntamiento quiere recuperar la colección histórica y traerla de nuevo a Gijón, ya que desde 2007 está custodiada por una empresa especializada en el polígono de Asipo, en Llanera. Esta semana, el Partido Popular ha recuperado esta cuestión, pidiendo al equipo de gobierno que inicie los trámites para trasladar de nuevo a Gijón la hemeroteca. Y Foro Asturias ha recogido el guante. El concejal de Educación y Cultura, Carlos Rubiera, confirma que «compartimos con el PP la intención de devolver la hemeroteca a Gijón». A partir de ahorra arrancan, por tanto, los trabajos para estudiar la forma y los plazos en que la operación se puede llevar a cabo.
Porque, para empezar, hay que estudiar dónde instalar los más de 33.000 volúmenes de los más de 800 títulos recopilados en la hemeroteca que inauguró en 1972 el entonces presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Luis Adaro Ruiz-Falcó. Cuando el Ayuntamiento se hizo con los fondos, en 2002, se habló de la Casa de Nava, ubicación descartada pronto por falta de espacios. Desde entonces, muchos han sido los espacios mencionados, entre ellos la antigua Fábrica de Tabacos. Pero nada se ha decidido al respecto. Ahora, el concejal del PP Manuel Pecharromán lo que solicita es crear una Biblioteca Histórica en Gijón, que reúna toda la colección de la hemeroteca, pero también la biblioteca del Padre Patac, la de Patricio Adúriz (que está en el Pueblo de Asturias), el Archivo Histórico y otras colecciones de menor entidad. Todo ello se estudiará a partir de ahora, asegura el concejal Carlos Rubiera que rechaza adelantar cualquier plazo.
La empresa Severiano Gestión es la encargada de custodiar los fondos, después de que hubieran estado durante cinco años en la Universidad Laboral, sin cumplir las condiciones deseables para una colección de estas características. Pero el concejal Manuel Pecharromán apunta dos problemas. Por un lado, las dificultades para realizar consultas, que deben solicitarse a través del Archivo Municipal. De hecho, mientras que en las instalaciones de la Cámara la hemeroteca recibía unas 5.000 consultas anuales, el PP llegó a denunciar que la cifra había bajado a cuatro. En cualquier caso, hace algunos años arrancó el trabajo de digitalización de los fondos, para facilitar las consultas incluso a través de internet. El otro inconveniente es que desde el traslado, algunas colecciones se cerraron. Las más antiguas datan de 1837.