- Mercedes Fernández valora “el carácter equilibrado y ecuánime” del presidente del PP de Gijón, “que facilita el trabajo en equipo”, y agradece la generosidad y elegancia de Gabino de Lorenzo en su despedida
OFICINA DE INFORMACIÓN | La presidenta del Partido Popular, Mercedes Fernández, mostró hoy su satisfacción por la decisión del Consejo de Ministros de nombrar a Mariano Marín, presidente del PP de Gijón, como nuevo delegado del Gobierno en Asturias, en sustitución de Gabino de Lorenzo, que deja la vida política.
Mercedes Fernández señaló, en declaraciones a los medios en la Junta General, que Mariano Marín “es una persona con la que es muy fácil trabajar, que hace equipo y que llega a la política y a su compromiso con la vida pública de forma muy reciente; dará aire nuevo a la política asturiana”.
“Es una persona equilibrada, ecuánime, que facilita el trabajo a sus compañeros y que tiene una bonhomía muy especial que viene muy bien en estos tiempos”, destacó.
La presidenta indicó que Marín va a seguir siendo presidente del PP de Gijón, “porque los militantes lo eligieron y mantiene su compromiso”. Sí deja la concejalía en el Ayuntamiento gijonés, que ocupará Manuel del Castillo, mientras que Pablo González será el portavoz municipal, a espera de la reunión de la Junta Local del PP gijonés.
Mercedes Fernández le deseó todo tipo de aciertos “porque sé que el desempeño es muy complicado, de todo el día y permanente, y estoy segura que su labor será eficaz”.
Renuncia voluntaria
La presidenta se refirió también a la renuncia voluntaria de Gabino de Lorenzo, “que ha querido poner fin a su compromiso con la vida pública después de tantísimos años al frente del Ayuntamiento de Oviedo y, posteriormente, de la Delegación del Gobierno”.
“Cuando una persona quiere poner fin a su trayectoria política y lo hace como una renuncia personal intachable, y con su valoración final de puesta a disposición del partido, solo queda el agradecimiento por la generosidad y la elegancia”, remarcó.
Por el contrario, censuró la falta de elegancia en la reacción de la mayoría de los grupos políticos, “excepto el presidente, Javier Fernández, cuya valoración ha sido correcta y sensata”.
“El resto no han sabido valorar algo que es ajeno a sus partidos, porque cuando una persona renuncia voluntariamente a su cargo, cuestión que no suele suceder, deberían haber tenido un comportamiento más equilibrado y ponderado, y una valoración menos sesgada, aunque cada uno se retrata a sí mismo”, expresó.