(R. VALLE /LA NUEVA ESPAÑA) Sólo seis meses después de que arrancase la aplicación de las nuevas bases de concesión de subvenciones a comunidades de vecinos para la rehabilitación de fachadas, el plan especial del Muro, la supresión de barreras arquitectónicas y el desarrollo de intervenciones generales en manzanas residenciales degradadas, los grupos municipales han iniciado un proceso para reformar el texto que aprobó en solitario el gobierno forista de Carmen Moriyón. La Comisión municipal de Urbanismo, que preside el edil popular Pablo Fernández, es el escenario elegido para que todos los partidos presenten sus propuestas de cambio. La hoja de ruta del proceso comienza con un plazo de dos semanas para que unos y otros intercambien sus propuestas.
«Hay que hacer un esfuerzo por buscar el consenso; y si no hay consenso, por lo menos que el plan de fachadas no sea parte del enfrentamiento político, como ocurre ahora», explicaba ayer el edil popular. Hay que recordar que Foro aprobó en la Junta de Gobierno las nuevas bases de este plan de ayudas pese a la oposición de todos los grupos municipales, que llegaron a ganar en el Pleno una votación contra ese documento. Una votación que no fue tenida en cuenta por el gobierno forista al igual que la petición del PSOE de reprobación a la concejala de Urbanismo, Lucía García Serrano, por no haberlo hecho.
Ahora mismo hay sobre la mesa una serie de modificaciones concretas al articulado planteadas desde el PP y una proposición normativa del PSOE para desarrollar toda una ordenanza reguladora de estas subvenciones. Más allá de cualquier cambio en el contenido, el PSOE exige, como recordaba ayer la edil Begoña Fernández, que sea el Pleno -y no la Junta de Gobierno- el que tenga el control de ese documento, para evitar que «se pueda modificar en cualquier momento». En este sentido, Pablo Fernández explica: «Para nosotros, que sea el Pleno o la Junta no es importante, lo básico es que se favorezca una norma que ayude al desarrollo económico de la ciudad». Una vez compiladas las modificaciones, se buscará que pasen el filtro de los servicios jurídicos municipales antes de presentárselas a los vecinos. En la cabeza del concejal popular está que el nuevo texto pueda ser ejecutivo en enero sin causar perjuicios a las comunidades que tramitan ahora sus peticiones de ayuda en las actuales condiciones.
Las modificaciones que plantea el PP incluyen la rehabilitación de las cubiertas como elemento subvencionable, favorecer actuaciones para la reducción del consumo energético de las calderas, fijar en veinte años la antigüedad del edificio que pueda optar a la ayuda municipal, «salvo que por su especial deterioro o peligro para la vía pública se pueda reducir esta antigüedad a más de 10 años desde su construcción», y graduar la subvención en diferentes porcentajes, dependiendo de si la obra se limita a buscar la mejora estética o incluye mejoras en eficiencia energética. En cuanto a las actuaciones en grupos residenciales, la gran novedad de las bases de Foro y que tienen en Jove y Roces sus primeras iniciativas, el PP plantea además que la selección del proyecto constructivo y la empresa que ejecute la obra corresponda al Ayuntamiento y se haga por concurso público.
En este contexto de reforma integral se incorpora también el matiz de que el acuerdo de los propietarios para tramitar la subvención sea el que marque la ley y no la unanimidad como se especifica ahora en las bases municipales. La imposición de esa unanimidad referida a las ayudas para ascensores generó un enfrentamiento entre la edil de Urbanismo y el concejal de IU, Francisco Santianes. La vuelta al criterio de mayoría llevaba ayer a Santianes a referirse a García Serrano como la «concejala de las rectificaciones», en referencia también al carril bici del Muro y a los cambios en la contratación de la revisión del Plan General de Ordenación, y a afearle que sólo trata los temas de su área con el PP. «Si hay un pacto de gobierno, que lo hagan público», remató Santianes.