- Las mujeres del PP de Gijón homenajean a la presidenta regional, que se emociona al ver un vídeo que recoge imágenes de su extensa trayectoria política y vital
LA NUEVA ESPAÑA – F. G. | Prietas las filas, el PP de Gijón, pero sobre todo la militancia femenina, arropó como un solo hombre a la presidenta regional del partido, Mercedes Fernández, galardonada ayer con el premio que otorga la asociación de mujeres Siglo XXI.
En un acto multitudinario, la líder asturiana de los populares tuvo ocasión de emocionarse durante la proyección de un vídeo que recogía emotivas imágenes de su extensa trayectoria vital y política. Y de sonreír al escuchar la semblanza que de ella dibujó, con socarronería gijonesa, Genaro Palacio Caicoya, letrado del Tribunal Económico Administrativo del Ayuntamiento de Oviedo, amigo de Mercedes Fernández desde la adolescencia, marido además de la concejala del PP en Gijón Sofía Cosmen.
Lo mejor del acto fue, sin duda, el parlamento de Palacio Caicoya, que destiló humor y reveló anécdotas curiosas y divertidas de la homenajeada, compañera en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo. «No sólo estudiaba que es un primor, sino que además qué apuntes tomaba, con esa letra redonda de colegio de monjas que hacía las delicias de los que, como yo, la Universidad la pisábamos a distancia». Quien glosó la figura de la presidenta de los populares asturianos añadió que «nunca entendí de dónde sacaba tiempo para hacer todo lo que hacía, ya que Mercedes no perdía fiesta en la Facultad, qué digo en la Facultad: en la Universidad de Oviedo, ya que estaba en todas. Y mientras los demás lo pagábamos con un aprobado raspón, ella sacaba sobresalientes».
Genaro Palacio recordó que «muy pronto» Cherines se decantó por la actividad política «en las filas de AP, de Manuel Fraga», y que de esa época procede un «profundo patriotismo y un amor a España de manera intensa, y por ello con el deseo de cambiarla en aquello que no le gusta y que le duele». Habló después de una joven Mercedes Fernández concejala en Gijón, a la que la oposición bautizó como «Tacherines», en comparación con la férrea premier británica, la Dama de Hierro.
Refirió el presentador sobre la homenajeada su «fina ironía al más puro estilo gijonés» y dijo de ella que es «una mujer que sueña, y quien sueña va unos centímetros por encima del suelo, sobreponiéndose a las dificultades, acometiendo con coraje mil escollos. Pero no son sueños que traslucen un voluntarismo infantil, expresión de una realidad inalcanzable, sino que son paisajes de un futuro que tenemos que conquistar aquí y ahora, en esta Asturias nuestra». Palacio culminó su elogioso parlamento con una cita de Pachín de Melás, que padecía de la enfermedad del «gijonismo», y aplicó idéntica receta a Mercedes Fernández, ampliando territorialmente esa misma emoción a un extenso «asturianismo» en la líder regional del PP, de quien auguró que será la próxima presidenta de Asturias.
Emocionada, primero por el vídeo y después por las palabras de su compañero de andanzas estudiantiles, Mercedes Fernández agradeció en primer lugar a las mujeres de Siglo XXI el premio y la unanimidad a la hora de concederlo, reconociendo su labor y añadiendo que «hay mucho que hacer todavía por la mujer asturiana, por la mujer española».
Su agradecimiento se extendió después a su familia. «La familia y mi Luis son esenciales para que yo pueda hacer cosas por Asturias y por España, por mi auténtica pasión, que es la política».
El sentido orteguiano del dolor por España al que aludió antes Genaro Palacio lo reforzó Mercedes Fernández al señalar que «a esa España que sentimos tan profundamente la apena el secesionismo. A los que sentimos España nos dio escalofrío el intento de separar a Cataluña del resto de España, sin saber que juntos somos un país más fuerte y mejor».
«Esta mañana pensaba», relató Cherines ante un auditorio entregado, «que si entramos en la etapa de los premios, María Mercedes, es que empezamos a ser vieyas». Y recordó su primer galardón, otorgado hace años por la prensa gijonesa, cuando era concejala en Gijón. «Daban el premio ‘Pinocho’ y el premio ‘Gepetto’ a la vedad y a la mentira mejor contadas. El ‘Pinocho’ se lo dieron a Areces, que no lo recogió, y el ‘Gepetto’ a mí, por denunciar las alocadas cuentas, ya de aquélla, de la ‘Semana negra’ «.
http://www.lne.es/gijon/2017/11/12/apuntes-cherines/2192145.html