El 22 de noviembre, el día que se cumplía medio siglo de la coronación de Juan Carlos I, Nuevas Generaciones del Partido Popular de Gijón organizó una charla dedicada a una de las figuras más destacadas en las que se apoyó el anterior monarca para llevar a cabo la histórica tarea de hacer la Transición de la dictadura a la democracia, el gijonés Torcuato Fernández-Miranda.
El encargado de disertar sobre su figura fue el periodista Juan Fernández-Miranda, sobrino-nieto del estratega de hacer esa Transición “de la ley a la ley”. Y del interés que medio siglo después sigue despertando Torcuato da buena muestra el éxito de público de esta convocatoria de NNGG, con más de un centenar de personas presenciando el acto, que introdujo el presidente de la entidad organizadora, Carlos Álvarez, y en el que participó también el presidente del PP de Gijón, Andrés Ruiz, que condujo la charla con sus preguntas a Juan Fernández-Miranda.
“Torcuato ha formado parte de la construcción de la democracia liberal en España”, sintetizó el adjunto a la dirección del diario El Confidencial, quien, en tono ameno y no exento de críticas a gobernantes actuales por comparación con los de hace cinco décadas, realizó un repaso por la estrategia jurídica y política de ese triángulo decisivo para la historia de España que formaron el Rey Juan Carlos, Adolfo Suárez y el político y jurista gijonés.
Ese papel de jurista fue tanto o más relevante que el político. “De Torcuato lo que he aprendido es el respeto absoluto a la institucionalidad. Todo se puede hacer con respeto a los cauces de la ley”, afirmó su sobrino-nieto, quien explicó cómo la Transición se fue fraguando desde el papel de tutor y profesor de Derecho Político de Juan Carlos de Borbón desempeñó Fernández-Miranda. Él también fue quien explicó al futuro Rey que no había inconveniente en que jurase las Leyes Fundamentales del franquismo, ya que en su diseño estaba prevista su derogación, cosa que se hizo con la Ley para la Reforma Política, que nació de la mano del gijonés, aunque se la entregó a Suárez diciéndole que el texto “no tiene padre”, para que pudiera reforzar el papel y la imagen del Gobierno.
De los preceptos de esa Ley vinieron las primeras elecciones (junio de 1977) y lo que vino después es ya la historia de nuestra democracia. Juan Fernández-Miranda repasó las claves políticas de este periodo, salpicándolas de anécdotas personales y familiares y de descripciones del carácter de su tío-abuelo, a quien Andrés Ruiz definió como “la figura más importante del siglo XX español en Asturias”.












