(Artículo de Ángeles Fernández-Ahúja, diputada nacional del Partido Popular por Asturias, publicado en EL COMERCIO.)
Ha concluido el Debate del Estado de la Nación. El último de la presente legislatura. Debate bautizado por muchos como el del fin del bipartidismo. El tiempo en forma de urna dará o no la razón a quienes así lo vaticinan.
En el ‘ajedrez’ político estamos acostumbrados a ‘jugadas’ y ‘jugadores’ inesperados, de los que ‘asoman la cabeza’ en el último minuto, partiendo el ‘tablero’ en dos como quien no quiere la cosa. También se ha dicho a lo largo de esta semana que en el hemiciclo no estaban todos los que son; cuando en realidad solo son quienes están. Así funciona la democracia representativa, aunque a algunos les fastidie. Lo demás, no dejan de ser opciones, más o menos consolidadas, pendientes de refrendo en la cita electoral de final de año; y hasta llegar ahí nos queda a todos mucha tela que cortar. Sin embargo, en el curso del Debate, no faltaron estrategias extrañas, sorprendentes. Así por ejemplo, el líder socialista Pedro Sánchez se subió el martes a la tribuna de oradores ‘vestido’ de Podemos, de los pies a la cabeza, cuando entre el original y la copia por el mismo precio, el dilema deja de serlo. Pero Ferraz, o su Secretario General, lucen encantados el ‘traje’ de reciente adquisición como si el de centro izquierda aderezado en la solapa con el broche de oposición responsable hubiera quedado anticuado, obsoleto. Semejante afición socialista por la moda tendría su gracia sino fuera porque la recuperación económica, hoy realidad, debe proseguir; y, para ello, sobran los diseños extremos, destrozadores de la globalización en que vivimos inmersos.
A otros, como Alberto Garzón, de Izquierda Unida, le han birlado el traje ‘populista’ de toda la vida y anda buscándolo desesperadamente al grito de “dadme lo que es mío”; mientras el proclamado a sí mismo líder de la oposición mira para otro lado y lo luce, a decir de los expertos, con mayor garbo y estilo. ¡Y qué decir de la líder de UPyD Rosa Díez! Lleva puesto el mismo traje desde el inicio de la legislatura; y entonces ocurre lo que ocurre….¡Que ya nadie se gira a su paso por las calles españolas! En tanto que otro líder emergente, de los que opinan que el Debate del Estado de la Nación discurre en la televisión y no en el Parlamento, le está pegando un adelantamiento por la izquierda del que aún la señora Díez no se ha enterado. Por lo que concierne al partido en el Gobierno, lleva tres años cosiendo el traje a base de tesón y sentido común. Las hechuras ya están hilvanadas; los indicadores económicos resultan francamente alentadores: PIB por encima del 2,4 por ciento, incremento del consumo y de la inversión, comportamiento favorable del sector exterior y de la inflación; y, sobre manera, la creación de empleo, máxima preocupación del Gobierno del Partido Popular, firmemente convencido de que no hay mejor y más eficaz política social que la bajada del paro.
Ahora al Gobierno de Mariano Rajoy le queda rematar el traje. En este sentido, el Presidente Rajoy anunció en el Debate importantes medidas en favor de la familia, de la infancia y adolescencia, del voluntariado y, por supuesto, del tercer sector. Asimismo, propuestas dirigidas a los autónomos, bonificando la contratación de un trabajador en aras de la conciliación familiar; la tarifa reducida para los contratos indefinidos, o la promoción de los acuerdos extrajudiciales en el caso de deuda hipotecaria. En cuanto al empleo, se contempla la creación de un millón de puestos de trabajo a finales de este año, el mayor incremento desde 2007. Pero ya lo dicho el Presidente: para estar tranquilos hay que crear tres millones. Si los españoles nos dan su confianza, el traje del ‘bienestar social’ lucirá impecable.