- Pide la colaboración de los hosteleros mediante la adhesión voluntaria.
- El portavoz popular propone medidas como el establecimiento de un canal de comunicación directo entre los porteros y la Policía o un compromiso en materia de aforo y horarios.
- Pablo González llevará la propuesta al próximo Pleno y solicita la colaboración del resto de los grupos para “mejorar y consensuar” su iniciativa.
OFICINA DE INFORMACIÓN-El Grupo municipal del PP llevará al próximo Pleno del Ayuntamiento de Gijón una proposición en la que insta al equipo de Gobierno a elaborar un ‘Código de buenas prácticas’ de adhesión voluntaria por parte de los establecimientos que formen parte de las zonas de ocio nocturno “donde se han producido problemas de violencia y agresiones”.
El portavoz popular, Pablo González, que presentó en rueda de prensa la propuesta, aseguró que debe ser la administración local la que tome la iniciativa para prevenir y en su caso actuar, ante los episodios de violencia en zonas de ocio y tildó de “fundamental” la implicación de los hosteleros.
González defendió la necesidad de abordar esta problemática, dado que ante una creciente movilización social, el equipo de Gobierno rechazó la instalación de cámaras de seguridad esgrimiendo el elevado coste de esta medida, pero “en la práctica no se ha hecho nada”, añadió.
Así, propone que este código incluya medidas concretas como el establecimiento de un canal de comunicación directo entre los porteros de los locales de ocio y la Policía “para que los servicios públicos puedan actuar con rapidez en caso de producirse un altercado”. Además, la proposición contempla la necesidad de fijar pautas y protocolos para que los porteros sepan cómo actuar antes de la llegada de las fuerzas de seguridad.
En opinión del popular, sería deseable asimismo, un aumento de la presencia policial en estas zonas con fines disuasorios.
También recoge el compromiso de los hosteleros en el cumplimiento de horarios, aforos permitidos y prohibición de venta de alcohol a menores.
Por último, incidió en la utilidad de que los locales de ocio compartan con las fuerzas de seguridad las grabaciones realizadas por cámaras de seguridad dentro de sus establecimientos una vez se haya producido un incidente.
