A los dirigentes socialistas asturianos se les han agotado hasta las ‘ocurrencias’ con que nos han venido sorprendiendo para disimular su absoluta incapacidad para hacer frente a la grave recesión económica en que nos vemos inmersos. Primero, no reconociendo la crisis, y ahora con la excusa de que su origen es global, que lo es, el Gobierno del Principado no ha hecho otra cosa que publicitar mensajes como que “Asturias será de las primeras comunidades en salir de la crisis” o que “Asturias está mejor preparada que nunca”, mensajes que nadie cree.
Los asturianos no somos unos ignorantes, los asturianos queremos soluciones, alternativas y hechos que demuestren que nuestra comunidad está en condiciones de superar este complejo escenario económico. En vez de buscar propuestas eficaces, el Ejecutivo asturiano se ha quedado paralizado, atechado, y estamos asistiendo a movilizaciones de sectores como el transporte, la educación, la sanidad y el campo. ArcelorMittal, el gigante siderúrgico del que dependen miles de familias en Asturias, está meditando si paralizar uno de los hornos altos de Gijón mientras planea un expediente de regulación de empleo.
¿Dónde está Areces?, ¿dónde está el consejero de Industria, Graciano Torre? No se les ve ni se les escucha. Factorías Juliana, el único astillero que sobrevive en la bahía gijonesa tras el cierre de Naval Gijón, lleva un rumbo que, de no evitarlo, derivará también en el cierre del portón para siempre.
¿Dónde está Areces?, ¿dónde están Torre y la alcaldesa de Gijón?, ¿han emprendido algún tipo de actuación para salvar a Juliana? La ampliación de El Musel, la obra pública de mayor volumen económico realizada jamán, no sólo en Gijón, sino en toda Asturias, corre el riesgo, cada vez más evidente, de quedarse sin los fondos europeos imprescindibles para financiar la conclusión de esta infraestructura. Y ello como consecuencia directa de una nefasta gestión y de denuncia política directa presentada ante los organismos competentes de Bruselas por Izquierda Unida-Bloque por Asturias-Los Verdes, que gobiernan en coalición en Gijón y en el Principado.
Mientras Asturias sigue paralizada, sin alternativas reales ante una crisis de la que nadie se atreve a augurar su final, en Gijón, cuna del ‘Arecismo’, estamos asistiendo al espectáculo esperpéntico en que se ha convertido este ‘desgobierno’. El equipo liderado por Paz Felgueroso está demostrando su agotamiento ante unos hechos que le superan. Los clanes aspirantes a la sucesión están más cuestionados que nunca por sus actuaciones contradictorias y falsas ante el escándalo urbanístico despatado por los vecinos de Cabueñes.
Por otro lado, el gobierno municipal se ha enfrentado a la Universidad por defender la Semana Negra, que vuelve a ser polémica, un año más, por lo improvisado de su organización. Los estudiantes no la quieren en el Campus, y el Partido Popular estará siempre del lado de quienes verdaderamente hacen progresar a esta ciudad y a esta región. A todo ello se suman los ‘agujeros’ de las empresas municipales de Gijón, tales como Emtusa y el Teatro Jovellanos, en las que el gobierno municipal gasta el dinero de todos los gijoneses a manos llenas. Son demasiados los “trapicheos”, como el propio concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, definió el ‘caso Cabueñes’, y demasiados los frentes abiertos para el ‘Arecismo’, que ha extrapolado al Principado el modelo de funcionamiento del Ayuntamiento Gijón, ahora más cuestionado que nunca. A nadie puede extrañarle que los sindicatos, a excepción de UGT, la central ‘hermana’ del PSOE, haya elegido Gijón, cuna del ‘Arecismo’, insisto, para llevar a cabo movilizaciones.