(EL COMERCIO) La custodia compartida debería dejar de ser un régimen excepcional, para configurarse como el régimen más deseable y normalizado, pues conlleva para los menores un mayor equilibrio emocional, al minimizar la alteración que provoca la ruptura afectiva de sus progenitores. En ningún caso sería “automática” y siempre prevalecería el interés y beneficio del menor. Estas afirmaciones resumen la última jurisprudencia del Tribunal Supremo y de muchas de las Audiencias Provinciales, entre ellas la de Asturias.
Miles de progenitores continúan reivindicando, a través de distintas Asociaciones por la Igualdad y la Corresponsabilidad Parental, poder participar en igualdad de condiciones en la crianza diaria de sus hijos y tener garantizada la posibilidad de seguir ejerciendo los derechos y obligaciones inherentes a la responsabilidad parental.
El sistema actual ha quedado obsoleto por su rigidez y el compromiso del Partido Popular en esta materia es evidente: el pasado 30 de noviembre de 2016, el Ministro de Justicia, Rafael Catalá, anunciaba en sede parlamentaria que se están realizando labores de estudio para presentar un anteproyecto de ley de modificación del Código Civil que recoja la “jurisprudencia reina” del Tribunal Supremo. Es una tarea que debe realizarse con un amplio consenso social y político.
Lamentablemente, otros partidos de izquierda que históricamente han pretendido monopolizar la idea de igualdad en todos los órdenes, ahora de manera incomprensible e incoherente, se oponen radicalmente a ella y defienden la custodia en exclusiva que perpetúa en la mujer el ancestral rol de cuidadora de la prole.
Creemos que es necesario apostar por la igualdad con mayúsculas, y abrir un debate valiente, profundo y comprometido. La familia es el pilar de nuestra sociedad y deben llevarse a cabo las reformas legales necesarias para configurar la custodia compartida como la modalidad más deseable. Los datos demuestran que en los casos de este tipo de custodia, desciende la violencia de género, mejora el rendimiento escolar de los niños y se favorece la integración laboral de las mujeres.
Es hora de avanzar y no dar la espalda a una realidad social en España, para que todos los progenitores tengan los mismos derechos (también deberes), y no dependa de la Comunidad Autónoma donde residan. El Partido Popular liderará ese avance con hechos y realidades, demostrando así quiénes estamos realmente con la igualdad y quiénes lo están de boquilla.