Todo lo relacionado con la eliminación de la barrera ferroviaria en Gijón sólo ha servido para escuchar durante muchos años mentira tras mentira.
Cuando desde el Partido Popular y su Grupo Municipal afirmamos que del equipo de Paz Felgueroso y del Ministerio de Fomento no ha habido más que engaños o intentos de engaños a todos los gijoneses, no estamos haciendo una valoración subjetiva, sino que estamos hablando de realidades que se constatan en las hemerotecas. Pero no sólo ahí. En los programas electorales del PSOE y en los acuerdos de gobierno con IU en los mandatos 2003-2007 y en el que nos encontramos (2007-2011) figuran compromisos reiterados de construir durante estos mandatos, y no después, la estación intermodal, desarrollar hasta su finalización la actuación urbanística que se derivaría del suelo que quedase libre con la finalización del llamado plan de vías.
Esto, unido a dos actuaciones ferrovarias trascendentales, que también aparecen como compromisos a desarrollar en estos años, que son finalizar la primera fase del metrotrén hasta Viesques y llevarlo, con dos estaciones más, hasta Cabueñes.
Pretender ahora disfrazar la realidad asegurando que este gran proyecto va a continuar cuando nunca se ha iniciado, es un insulto a la inteligencia de los gijoneses, más si cabe cuando faltan apenas unos meses para que el mandato de esta Corporación acabe y, por tanto, sea imposible cumplir lo prometido por Paz Felgueroso y su equipo de gobierno.
En la práctica, ¿qué tiene Gijón en julio de 2010 de todo lo prometido en relación con el plan de vías?
Lo único que existe es una sociedad fantasma, denominada ‘Gijón Al Norte’, que tras ocho años de estar constituida y pagando nóminas, sólo ha sido capaz de una única y ridícula gestión: encargar recientemente la construcción de lo que pomposa y falsamente el gobierno local se atreve a llamar “estación provisional”, cuando en realidad es simplemente una cubierta, otro tendejón más, al que en el mejor de los casos, se desviarían “provisionalmente” los trenes, que escasos y lentos, entran hoy en la estación de Cercanías de Pedro Duro.
En conclusión, el plan de vías, la actuación urbanística más importante de la ciudad, está paralizada desde 2004, desde que el PSOE asumió el Gobierno de la Nación. Y más ahora, con el brutal recorte en las obras públicas decidido por el ministro de Fomento y el Gobierno de Zapatero.
Queda claro que este proyecto nunca verá la luz mientras los gobiernos de Gijón, Asturias y España estén en manos del PSOE. A estas alturas, es patético y ya inútil intentar seguir engañando a los gijoneses.