El Ministerio de Fomento nos ha sorprendido, una vez más, con un comunicado en el que afirma que el Gobierno de España no hará ninguna propuesta firme para hacer de El Musel un puerto de referencia para buques siniestrados y con cargas peligrosas.
Estas manifestaciones del departamento que dirige José Blanco se producen días después de que el propio ministro, en su intervención en el Congreso y en respuesta a una interpelación que le efectué como diputada del Partido Popular por Asturias, dijera textualmente: “Este proyecto de ampliación cuenta con el decidido apoyo de la Comisión Europea, como tuve ocasión de comprobar el pasado viernes en una conversación con el vicepresidente de la Comisión Europea, el comisario de Transportes, señor Tajani, que me dijo lo siguiente: lo apoyamos por ser un gran puerto en el Cantábrico, que puede llegar a descongestionar el tráfico que va a los puertos del norte de Europa -Amberes, Rótterdam, Hamburgo-, porque España hemos concluido ya una autopista del mar modelo entre Gijón y Nantes, por convertirse en gran puerto refugio que puede tratar de evitar y ayudar en caso de catástrofes –por cierto, como la del Prestige; lo recuerdan, ¿no?”.
Por tanto, fue el máximo responsable del Ministerio de Fomento quien manifestó en el Parlamento español que la Comisión Europea había apoyado financieramente la ampliación de El Musel, entre otras razones, porque el puerto gijonés se convertiría en puerto refugio ante catástrofes marítimas. Sus declaraciones no admiten interpretación. Son expresas y directas, por lo que en modo alguno pueden haber sido tergiversadas.
La revelación que hizo Blanco en el Congreso es ahora matizada por el Ministerio. Resulta evidente que en su comparecencia en la Cámara se le escapó su intención de proponer que El Musel fuera destinado a convertirse en puerto vertedero. Esto lo corrobora el hecho de que en la nota emitida ayer desde Fomento se diga que el Gobierno no hará ninguna propuesta “firme”, luego sí puede hacerla o ya la hizo de manera oficiosa. Es más, en esa nota se afirma que “entre las razones que expuso el ministro para demostrar que el proyecto de ampliación contaba con el respaldo de la Comisión Europea, apuntó la posibilidad de que, por sus características o importancia, en esa zona estratégica de la fachada atlántica pudiera figurar entre las propuestas (realizadas por el Gobierno de España) la de convertirse en ‘puerto refugio”.
Como ya ocurrió en otras ocasiones en relación con las obras del puerto gijonés, el comisario Tajani ha sido utilizado por las diferentes autoridades socialistas españolas para justificar las actuaciones ilegales o, como es este caso, terriblemente lesivas para Asturias, y tapar sus vergüenzas ante el escandaloso sobrecoste de El Musel y sus causas, que digan lo que digan, terminarán conociéndose y alcanzando a sus responsables.
En su comparecencia en el Congreso, al ministro Blanco le traicionó el subconsciente, y como ha manifestado nuestro eurodiputado Salvador Garriga, “resulta difícil comprender las prisas del Gobierno español al ofrecer El Musel salvo que obedezca a dos causas concretas: primero, buscar en Bruselas una benevolencia financiera para las obras del puerto y segundo, el ministro Blanco es gallego y tanto Galicia como La Coruña rechazan para su superpuerto ser refugio”.
Tras la intervención de Blanco hasta hoy, se ha demostrado, a través de las declaraciones de unos y clamorosos silencios de otros, que sí había la casi segura certeza de que Gijón y Asturias iban de nuevo a ser maltratados por las diversas administraciones socialistas en algo tan grave como imperdonable:
los enormes riesgos que para la ciudad y la región suponía que El Musel se convirtiese en lo que ellos conocían y deseaban.
Sobre ésta y otras cuestiones, desde el Grupo Parlamentario Popular le pediremos explicaciones en el Congreso de los Diputados.
Pilar Fernández Pardo
Diputada nacional del Partido Popular por Asturias