“Quisiera dejar claro que considerar correcta la reducción del número de camas es congruente con defender la existencia de la UDH, sólo que, como en todos los órdenes, nuestro partido, el Partido Popular, se rige por criterios de evidencia, rigor y eficiencia. La UDH puede y debe existir y no queremos disminuir sus labores; al contrario, queremos que aumenten, pero su lugar es una unidad de Psiquiatría.
A la luz de los conocimientos y medios actuales, la desintoxicación física de los dependientes de casi todas las sustancias es segura y eficiente en medio ambulatorio. Las únicas excepciones se encuentran en los dependientes de alcohol, con una puntuación en la escala CIWA-Ar (que es una escala de valoración internacionalmente aceptada para valorar la necesidad de ingreso de alcohólicos) superior a 20 puntos, lo que supone un grave riesgo vital. También deberían ser ingresados para su desintoxicación los pacientes con grave comorbilidad física o psiquiátrica, pero en estos casos, probablemente la indicación más correcta sería una estabilización previa.
Una UDH puede tener muchas más funciones que la simple desintoxicación, y su existencia en hospital facilita muchas de ellas, como las ‘interconsultas’. El Partido Popular no quiere cerrar las UDH sino darles, como en tantas otras cuestiones, racionalidad y un mejor rendimiento para la sociedad asturiana.
Como licenciada en Medicina, las declaraciones que efectúo no son sólo políticas sino que están basadas en la pedagogía científica y en evidencias publicadas, contrastadas y aceptadas por la comunidad científica internacional. A los trabajadores de la UDH, como a todos los trabajadores, no se les defiende con demagogias, sino con racionalidad”.